RADIOGRAFÍAS
Misión del colibrí
NORMA SALAZAR
La poesía de Alberto Ruy Sánchez es íntimamente una caja de pandora, se abre sin pudor en un universo complejo procedente de la coherencia y fidelidad a sí mismo, su escritura la adiestra en exploración con encuentros entre lo onírico, sensualidad fina, sí, un erotismo contemplativo; su poesía abre al lector un sinfín de estéticas poéticas. La escritura de Ruy Sánchez está acompañada de un erotismo altamente delicado nos transporta a una acción totalmente humana, la íntima vinculación del amor, pasión, sacrificio y, porque no la muerte.
En general, terminamos de comprender el carácter erótico o mejor dicho transgresor de la compañía de todo ser humano con el ser amado, dice George Bataille “La transgresión no es la negación de la prohibido, sino que lo supera y lo completa” La proposición se encuentra ahí para ser vulnerada con sus sentidos que son un arma prodigiosa de la vida y sus miedos lo son para sus impulsos. El objeto del deseo, el sentido al límite de las pulsaciones por el ser amado. Nuestro poeta y editor escribe los pasos iniciales de la vida sexual, aquella búsqueda de la mujer que reposa en su lecho da la razón al reencontrarse con la mirada más honesta y de asombro que al paso de los años cambia y ella rompe el ritmo de la cotidianidad mientras él lo improvisa, solaza la contempla más hermosa y deseable. Todo este habitad de música y alegoría es la Luz del colibrí, donde la única regla y por ende es ley la interlocución de sus dones. Sigilosa, como esa luna
“Sin saberlo,
me tocas dentro
y me alegras.
Tu espalda,
tus piernas,
tus nalgas,
tu aliento
son plenitud
en tenue movimiento:
concierto de sensaciones
en mi cuerpo.”
Al (d) escribir la belleza y pureza del ser amado, es muy diferente de comprender el papel de la belleza en el erotismo, como la metáfora Luz del colibrí anuncia perfectamente y advierte la vida sexual de los seres vivos, en este caso el colibrí con su hechura multicolor abraza con su plumaje y el canto del pájaro redime una función exacta para el cortejo. Ruy Sánchez un observador paciente y por eso da el primer paso del deseo. Arroja a través de sus palabras el desbordamiento que le provoca, Que inofensivo es permanecer holgadamente ante el objeto de ese deseo. Te huelo con los ojos
“Nada hay en ti
que no me vuela sal y estadillo,
caída libre, cristal, tormenta eléctrica
y que al cerrar los ojos
no me trastorne.
Tu piel, olor a mar,
marea y enamora.”
La posesión de su objeto en este caso de su amada muestra sin consideraciones el comportamiento que da un inmenso placer, asimismo, atento lector no perder de vista la condición del ejecutante poco a poco la posee hasta su clímax, pero antes la muerte del deseo antecede a su YO, la posesión de su amada-objeto le quitará su sentimiento final más íntimo, muriendo su YO en ella al desgajarse toda atadura. Lengua de nube y río
“Nada se compara a estar en ti y estar contigo
y aun así tu boca hace de mí algo fluido
que alegra a mi alma erecta en tus latidos.
La lengua que hablas en mí
sólo tú sabes pronunciarla,
dice y devora, canta y aprieta,
muerde, moja, acaricia
y entre tus labios hace de mí
lo que ya no sé decir
pero que grito”
Cuando en verdad el deseo era de morir en el otro, para el otro ser amado se une a una vida duradera para enriquecerla. El sentido de la vida del ser humano es también un sentido dual del erotismo que se desencadena con la muerte. Ese desencadenamiento es una guerra interna entre dos seres que se aman. Como define Bataille “El erotismo, su experiencia interior y su comunicación, vinculados a unos elementos objetivos y a la perspectiva histórica en que esos elementos nos aparecen” El secreto de la luz
“Amarse y despertar
es escribir y borrar:
seguir haciendo el ritual
de ese secreto sin sombras
en la luz de tu cuerpo”
Termino ávidos lectores Luz del colibrí es el despertar en calma para los amantes; su compañero o compañera de vida comparten los sueños en silencio se acompañan los cuerpos que se prometieron ser uno sólo. Su promesa de convivir juntos, no separase a pesar de los sin sabores, los malos humores por la vida. El colibrí es cada uno de ellos que vuela y renueva en cada mañana sus buenos días.
