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La perspectiva de género beneficia a toda la sociedad: Ministra en Retiro, Margarita Beatriz Luna Ramos

La perspectiva de género beneficia a toda la sociedad, ya que libera de estereotipos a las mujeres y también protege a los hombres de las fuertes cargas de masculinidad que las costumbres les han impuesto, expresó la Ministra en Retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Dra. Margarita Beatriz Luna Ramos, al impartir la conferencia magistral denominada “La mujer en el siglo XXI” realizada esta mañana a través de plataformas digitales.

Antes de iniciar esta conferencia, el Presidente del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura, Magistrado Ricardo Àvila Heredia, dio la bienvenida y resaltó la muy valiente defensa que, desde su responsabilidad como Ministra en activo, la Dra. Luna Ramos tuvo para con el Poder Judicial del Estado de Yucatán en momentos bastante difíciles para la institución.

Por su parte la magistrada del Tribunal Superior de Justicia y Enlace de Género de Poder Judicial del Estado, Ligia Aurora Cortés Ortega hizo una síntesis de la fructífera trayectoria de la Ministra.

Durante su conferencia, Luna Ramos explicó que en el ámbito jurisprudencial la perspectiva de género es un método interpretativo que busca que las y los juzgadores derriben obstáculos y barreras para que todas las personas estén en las mismas circunstancias al momento de impartir justicia.

Afirmó que la perspectiva de género debe aplicarse de manera oficiosa en todos los casos donde haya problemas de asimetría y mencionó algunos casos en los que la Corte resolvió a favor de las personas en desventaja, incluyendo casos que favorecieron a hombres cuando las propias leyes les negaron derechos, tal fue el asunto relativo al acceso de un padre de familia al servicio de guardería o de un hombre a la pensión de viudez.

La Ministra hizo un recorrido por los diferentes eventos mundiales que permitieron el avance de las mujeres, particularmente las dos guerras mundiales del siglo XX que obligaron a la mujer a ocuparse, además de las tareas del hogar, de otras actividades productivas en ausencia de los hombres.

“Fueron eventos que permitieron que las mujeres se percataran de que tenían otros atributos para participar en otras actividades y la misma sociedad tuvo que aceptar que existían”, apuntó.
Expuso que en México desde el siglo XVIII ya había mujeres destacadas como fue el caso de Juana de Asbaje, entre otras. Sin embargo, tuvieron que transcurrir varios siglos para que la mujer se incorporara a las labores que antes sólo hacían los hombres.

Estas dos guerras del siglo XX provocaron que la ONU buscara el reconocimiento a los derechos de la mujer y como respuesta a ello se generaron varios ordenamientos internacionales para tutelar los derechos de la Mujer como fueron la Resolución del Consejo Económico de la ONU de 1946; la CEDAW aprobada en 1979 y a nivel regional la Convención Belem Do Pará adoptada en 1994.
Dijo que es en esta última convención cuando se introduce la Perspectiva de Género en los procesos judiciales.

Recordó que en México fue en 1974 cuando se modificó el artículo 4o Constitucional para reconocer la igualdad entre hombres y mujeres.

Actualmente, el marco legal nacional e internacional es de vanguardia porque establece y acepta la igualdad entre hombres y mujeres, pero la influencia de nuestra idiosincracia no ha permitido que el aterrizaje de estas disposiciones sea pleno.

“No podemos dejar de reconocer que hay avances significativos, pero el camino que falta por recorrer todavía es largo”, aseguró.

Dijo que para cambiar este paradigma a partir de este siglo en México un grupo de legisladoras de todas las ideologías políticas se unieron para hacer efectiva la igualdad sustantiva con la creación de los Comités de igualdad de género, con un presupuesto etiquetado y en todos los ámbitos de gobierno.

Por su parte, la Suprema Corte implementó el Comité Interinstitucional de Igualdad de género que coordina tres comités: el de la propia Corte, el del Consejo de la Judicatura Federal y el del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, en el cual Luna Ramos fue fundadora y que presidió de 2015 a 2018 en su gestión como Ministra de la Corte.

Recordó que a raíz de esa implementación se promovió la igualdad sustantiva dentro del Poder Judicial de la Federación con políticas públicas como concursos de oposición para juezas y magistradas, establecimiento de guarderías, lactarios, entre otras actividades.

Señaló que este comité interinstitucional siguió dos caminos importantes para la introducción de la perspectiva de género en la impartición de justicia, una fue por medio de la jurisprudencia emitida por la Corte y la otra por medio de la Asociación Mexicana de Impartidores de Justicia A.C (AMIJ) que lidera la Corte y aglutina a todos los órganos jurisdiccionales del país y que creó la mesa de igualdad de género, con lo que, en 2018, todos los órganos jurisdiccionales de los 32 estados de la república firmaron y se adhirieron al “Pacto para introducir la perspectiva de género en la impartición de justicia”.

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