Este martes en conferencia de prensa, Lerdo de Tejada, acompañado por algunos exlegisladores y exdirigentes del PRI, detallaron que la Plataforma de Refundación del PRI, es un grupo de militantes que «está en contra la violencia y a favor de la refundación el PRI, para participar en la Alianza y formar una plataforma que permita al partido, ser una clara opción opositora frente al régimen que está destruyendo a México».
Durante el acto de presentación de esta corriente interna del partido tricolor, sus miembros pidieron la renuncia del Alejandro Moreno al frente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI, y de la secretaria general, Carolina Viggiano, quienes en septiembre asumirán como diputados federales.
Los integrantes de este grupo de priistas propusieron además la creación de un observatorio de militantes; la renovación del CEN del PRI y pidieron que los diputados del CEN se dediquen solo a la labor legislativa y no acepten la invitación de López Obrador para apoyar reformas constitucionales adversas al país.
Los priistas de esta fracción anunciaron que también buscarán crear un Observatorio para el Enlace Legislativo a nivel local y federal, “para la vinculación con nuestra fracción y las otras fuerzas partidistas afines, para evitar opacidad en la toma de decisiones y evitar errores vergonzosos”.
Por ello, lanzaron un llamado a que se realice una Asamblea Nacional «a la brevedad» y así refundar al PRI.
Tras las pasadas elecciones, el PRI quedó como tercera fuerza en la Cámara de Diputados y no ganó en ninguna de las 15 elecciones a gobernador del país, por lo que solo controlará los estados de México, Coahuila, Hidalgo y Oaxaca.
Aunque el PRI formó parte de una alianza opositora, analistas lo sitúan como socio preferente de Morena, del presidente Andrés Manuel López Obrador, para pactar reformas a la Constitución.
El PRI fue el partido hegemónico en México durante siete décadas hasta la victoria en el año 2000 del presidente Vicente Fox, del Partido Acción Nacional (PAN). En 2012, el priismo recuperó el poder con Enrique Peña Nieto, quien dejó la presidencia en 2018.
La tensión en el partido se disparó tras las elecciones intermedias de junio pasado. Esto luego de que un grupo crítico —que también exige la renuncia de Alejandro Moreno de la dirigencia del PRI—, encabezado por Ulises Ruiz, exgobernador de Oaxaca, y Nallely Gutiérrez, exsecretaria de Vinculación del PRI, tomó los accesos de la sede central del partido en la Ciudad de México, lo que provocó un enfrentamiento violento con militantes del partido en el que una persona resultó herida por un disparo de un arma de fuego.