TANATOLOGIANDO
LAURA SALAMANCA L.
EL SONIDO DE TU PALABRA
¿Qué pasa cuando sale el sonido? Al imaginar a una persona hablando podemos pensar:
“él sabe acerca de lo que está hablando? o
“él no sabe a cerca de lo que está hablando” o
“Lo que él dice hace sentido para mí”, pero puedes pensar ¿cómo es que puedes oír?
Cual es el proceso que se produce en ti, como oyente, para ser capaz de comprenderme a mí, como el que habla y ¿si tu fueras el que habla y yo te escucho?
¿Cuál es el proceso que sigue dentro de ti, para saber lo que tú dices será comprendido por mi al escucharlo?
La forma tan ligera con la que la gente, habla usualmente opera en detrimento para su desarrollo espiritual y es que cuando han sido pronunciadas en la mayoría de las veces son olvidadas y lo peor es que olvidadas por ellos mismos y olvidadas por los que los escuchan, pero su efecto es incorporado en la vida de quien habla, permanece en él, y llega a ser parte de él. Sin embargo, somos ignorantes del poder sorprendente del sonido que emana nuestra garganta, un poder sorprendentemente milagroso del sonido:
Ejercicio:
Coloca tu mano derecha sobre tu garganta y emite cualquier sonido en particular y él será capaz de sentir verdaderamente a través de procesos biológicos y fisiológicos en su cuerpo, el efecto de su sonido.
- Hay que comenzar hablar instantáneamente y comenzaras a sentir una vibración y con la práctica y se podrá analizar y medir el valor emotivo de lo que tú dices.
- Si hablas con ira sentirás una vibración
totalmente diferente, aparentemente solo bajo la garganta, pero sin embargo el efecto del sonido será creado directamente a través del cuerpo. El efecto se seguirá también directamente a través de la mente, después de un pequeño rato si permaneces hablando con ira, literalmente tú te transformaras de un humano, a una cosa de ira y entonces se verá la ira personificada
- Al contrario, si hablas con amor, con sabiduría con fortaleza, con aquel poder que sostiene el universo que lo mantiene inalterado, con ese poder que hasta aquí hemos desatado en la bomba atómica, todo estará en ritmo y en paz y juventud y belleza y amor y todo lo que podamos visualizar individualmente como luz, en su quinta esencia será construido en el cuerpo e irremediablemente en la mente.
El sonido viaja en ondas, y lo oímos en forma externa como en la radio y los sonidos del día a día, pero en realidad el sonido comienza dentro de nosotros. Tú emites un sonido, cualquier palabra y hasta podríamos dividirlo en gránulos de sonido.
Al escuchar hablar a otra persona, puede ser la voz irregular, o el sonido esta roto, o la voz es dura y áspera o ronca y eso es porque a través de los hábitos descuidados de hablar, el hombre no ha observado su palabra y la mayoría del tiempo ha dicho cosas que no estaban de acuerdo con la verdadera espiritualidad de su propio ser. O sea, ha vivido en la falsedad y viendo esto como el resultado de un sonido descontrolado y desordenado y si tuviéramos un instrumento para medir esos gránulos; veríamos que no están perfectamente juntos, como sería poner las piezas de un rompecabezas, sino veríamos los gránulos vacíos o con rajaduras o filtraciones (en cualquier palabra que escucháramos de esta persona).
Entonces no importa lo que diga el hombre, tú sabes: si es una persona sincera, o es el que no es digno de ser escuchado, etc. Y así podrás intuitivamente reconocerlo igual que podemos encontrar que la voz de un hombre es armoniosa y verdadera e inalterada e incambiable y no importa que tono en particular pueda emplear, lo que el dice será siempre con un intelecto rítmico armónico y verdadero.
Por eso, pon total atención tanto a tus palabras como al tono y a la veracidad con la que hablas.
Vale más el oro del sonido, que el sonido del oro.
Porfirio Barba Jacob