MANOS
MELISA COSILIÓN
Me faltan manos
para trazar las siluetas
del campo,
para dejar delineados
los granos de la mazorca.
Me faltan manos para contar
las levaduras y los gusanos,
lombrices y escarabajos,
hongos e invertebrados
danzando subterráneos.
Me falta tiempo y a veces
también me faltan las ganas
para volver a reescribirme
sobre la tierra fértil
que me circunda,
porque me olvido entonces
de todo lo que me habita.
A veces me entierro
lo más profundo que caben
mis blancos huesos,
me olvido que soy mujer
y fuego.
Me dejo reposar
sobre la arcilla milagrosa,
hasta partirme toda,
descomponerme toda…
para que surja la vida.