Editorial

EU se puede suicidar el martes

Por: Pablo Hiriart

Mañana se vota en California el referéndum revocatorio del gobernador del estado, que podría colapsar de manera temprana la presidencia de Joe Biden.

De la nada, surgió un locutor de radio afroamericano, más extremista que Donald Trump, enemigo de las mascarillas y de la vacuna obligatoria contra el Covid, republicano antiinmigrantes, que desafía al gobernador demócrata Gavin Newsom en el estado más poblado de este país.

Parece una locura: el más sólido bastión demócrata de Estados Unidos, donde doblan dos a uno a los republicanos, puede convertirse en la tumba política del presidente Biden y en el toque de clarines que anuncien el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca en 2024.

Si mañana el gobernador Newson no alcanza el 50 por ciento más uno de los votos de respaldo a su gestión, subiría el xenófobo y racista –a pesar de su ascendencia afro– Larry Elder, que con una carrera en radios AM ha logrado posesionarse como el líder republicano sin rival en el estado.

La figura del extremista Elder se tomó como algo anecdótico en abril, cuando lanzó su candidatura, pero a principios de agosto las encuestas indicaban que el gobernador no tenía la aprobación requerida, que sería depuesto, y que el republicano asumiría esa responsabilidad.

A partir de ahí sonaron todas las alarmas en el Partido Demócrata y la vicepresidenta Kamala Harris ha recorrido California en actos de apoyo al gobernador Gavin Newsom.

El presidente Biden es esperado hoy en Long Beach, California, para acompañar a Newson en su cierre de campaña, en tanto que Barak Obama ha sido un activista en favor de la permanencia del gobernador, con discursos y una costosa campaña de televisión.

No es para menos. Lo que empezó como un chiste (la candidatura de Elder) puede terminar en un terremoto político que quitaría el control demócrata del Senado. Con ello se viene abajo toda la agenda de Biden.

Por esas enormes lagunas antidemocráticas del sistema electoral de Estados Unidos (en este caso, de California), si Elder gana puede quitar a la senadora senior del estado, la demócrata Dianne Feinstein, que fue electa por el voto popular, y poner a un republicano que lo elige él.

Ante la pregunta sobre lo que haría con la senadora Feinstein, Elder contestó: “Me dicen que ella tiene una condición mental peor incluso que Joe Biden. Temen que la reemplace con un republicano, lo que ciertamente haría y será un terremoto político en Washington, DC”.

Tiene razón en lo del terremoto político. Hasta hoy el Senado, de 100 miembros, tiene 50 republicanos y 50 de la coalición que apoya a Biden. Las votaciones se empatan y decide el voto de calidad de la vicepresidenta.

Si quitan a Feinstein y ponen a un republicano, se frena toda la agenda del nuevo presidente de Estados Unidos. Biden estaría atado y sólo quedaría contar los días que faltan para el regreso de Donald Trump.

¿Cómo puede llegar Elder, si no hay elección?

Por otra laguna antidemocrática de un sistema electoral obsoleto.

La boleta del referéndum revocatorio trae dos preguntas –cito de memoria–: 1.- ¿Quiere que el gobernador sea depuesto? 2.- En caso de que sea removido, ¿cuál de estos aspirantes prefiere?

Así es que, a pesar de que el voto de un ciudadano sea en favor de que el gobernador continúe, tiene que marcar un nombre de los posibles reemplazantes.

Peor aún: aunque el gobernador obtenga el respaldo de 49.9 de los votantes, puede ser reemplazado por un aspirante que sólo tenga el 10 por ciento de las preferencias.

En este caso, luego de la pregunta sobre la remoción de Newsom, hay una lista de 46 candidatos a sucederlo. Adelante de ellos va, de lejos, Larry Elder con 26.2 por ciento, segundo un demócrata con ocho por ciento y luego otros 44 candidatos con menos de seis puntos.

Con la intensa campaña de televisión, más la presencia de Kamala Harris, la de Obama y la amplia explicación de que California quedaría en manos de un ultra que quitaría la obligación de máscaras, pruebas y vacunas Covid (“suprimiré eso antes de tomarme la primera taza de té”), las agujas se movieron estos días.

Al cierre del fin de semana, el resumen de encuestas de los sitios especializados FiveThirtyEight y RealClearPolitics marcaban, respectivamente, 55.7 por ciento por mantener a Newsom y 41.3 por quitarlo, y 56.7 por mantenerlo y 41 por quitarlo.

Mañana sabremos si Estados Unidos imprime mayor velocidad a su caída.

 

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