Editorial

TANATOLOGIANDO – GESTALT PARA NIÑOS

TANATOLOGIANDO

LAURA SALAMANCA L.

GESTALT PARA NIÑOS

 

Tengo más de 30 años trabajando con niños en consulta odontológica y 8 en terapia tanatológica y por lo mismo, como me gusta interactuar con los niños, no se me hace muy difícil identificarme con ellos.

En consulta dental son geniales, y los mas traviesos son los que mejor se portan en el consultorio ya que la curiosidad los hace que se mantengan alertas a lo que va a pasar o lo que deben de hacer como ayudar con el eyector, detener el abatelenguas, mirarse en el espejo, etc.

En terapia tanatológica, usamos la psicoterapia Gestalt en determinados casos y la relación es más profunda, ya que hablar de una enfermedad o una conducta, incluso de la muerte (es un tema que, dependiendo de la edad, desconocen o la ven como un juego y piensan que, si un familiar muere, volverán a verlo como se ve en los dibujos animados) en las conductas negativas por las que los padres acuden a terapia, es necesario reacomodar la forma de interactuar con la familia, y el poner límites es otro tema delicado que depende de la estructura de la familia y las características de cada uno de los padres, la forma de educar al hijo y revisar si hay invalidación o respeto cuando uno de los padres está marcando los límites, y de cualquier manera, el terapeuta va involucrándose cada vez mas en el rol del niño, el cual si el terapeuta le toma atención y lo sabe orientar, podrá obtener la confianza del niño, que es algo indispensable para un resultado favorable en corto tiempo.  

Cuando un niño se encuentra delante de mí por primera vez, no sé qué puede estar pensando o sintiendo, lo que sé, es que están llenos de corazón y ternura y al entablar una conversación les podemos facilitar, libros, juegos, música, colores, hojas, juguetes que simbólicamente nos orientarán hacia la raíz de sus problemas.

Como terapeutas nuestro objetivo es integrarlos, en esa red que los sostiene que es la familia, conteniendo sus enojos, sus críticas, sus confusiones, sus angustias por lo que los han traído al consultorio, para aprender a volar y recorrer sus propios mundos y los heredados.

Cada día de terapia es como abrir un espacio entre el niño y nosotros y entre los padres y nosotros, este espacio representa lo que es el vinculo del niño fuera en su mundo y en la relación terapéutica viendo como el niño y los padres hacen uso de este espacio terapéutico, donde le enseñaremos un modelo interrelacional, y es que el modo de dirigirnos a ellos, el modo de mirarlos y de que nos miran , el modo de funcionar con ellos, son señales para que el niño se posicione en un sitio hacia a si mismo y hacia los demás. Y es que el niño puede percibir más de lo que le queremos comunicar, gracias a nuestra conducta que acompaña a nuestras palabras al dirigirnos a él.

En el trascurso de la terapia debemos respetar el tiempo necesario para que el niño este preparado y nos pueda comunicar lo que pasa en su mente, y también hay modos para trabajar lo mismo sin necesidad de que hable con palabras o del tema directamente, solamente cobijando esa almita que está sufriendo, habrá sonrisas en momentos de angustia, miradas en momentos de desesperación, lagrimas que se quedaron en su interior y que no pueden salir y brazos que sepan cargar con lo no dicho. Y claro en este espacio se le brindará al niño la seguridad de poder expresarse a él y a sus familias; pero todo esto depende del grado de empatía que tengamos con su dolor, su situación, su edad, su fuerza para sostenerse ante la adversidad.

Nuestro papel es que contacten con sus dones especiales, los caminos que saben construir más allá de lo que les podamos enseñar.

Cuando el dolor es muy fuerte para el niño usamos materiales donde el mismo puede colocarse para no ver el dolor desde adentro, sino desde otro lado fuera de él, los libros es otra herramienta que nos ayuda a colocar esa mala experiencia o ese dolor dentro de los personajes y así podemos ir recorriendo ese sendero lleno de imágenes que termina diciéndonos algo, con las historias que cada uno puede ver desde su perspectiva, hasta el uso de una mascota que es interesante utilizar en terapia, los animalitos nos ayudar a que los niños controlen su energía.

Recuerdo en una sesión con una pacientita donde ella estaba visualizando a su mascota y ahí (estando el consultorio en mi casa) metí a mi perrita y la acerque para que la paciente así con los ojos cerrados, la tocara y ella comenzó a llorar ya que el problema era que había visto como atropellaron a su mascota, pareciera que sirvió para que ella finalmente se despidiera de su mascota. Saqué a mi perrita del consultorio y como si fuera solo en visualización al abrir ella los ojos pudo comprender que su perrito había muerto y que todo ahora estaba bien, y no volvió a asustarse al ver un perro cruzando la calle. Cosa que había estado pasando meses atrás.

Otro objetivo será el que cada padre recupere sus propias raíces (validas) que le hicieron crecer y ser el árbol que hoy da cobijo a sus hijos prestándole sus ramas para que estos se expandan, aprendiendo su propio camino yendo y viniendo conduciéndose con dolor y amor encontrado ya sea en la familia o en el mundo que conoce y recorre

 

Si uno se siente perseguido por un ogro y se convierte en el ogro, la pesadilla desaparece

Fritz Perls

 

lauhipnosis@gmail.com

 

 

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