RADIOGRAFÍAS
Beatriz Espejo y los Muros de Azogue
NORMA SALAZAR
Beatriz Espejo nace en el estado de Veracruz un 19 de septiembre del año 1939. Narradora, cuentista y ensayista; estudió la maestría, el doctorado en Letras Españolas en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México. Ha sido profesora en instituciones particulares como la UIA la Escuela Nacional de Maestros y la Facultad de Filosofía y Letras por la UNAM; investigadora de tiempo completo del Instituto de Investigaciones de Filológicas de la UNAM. Directora fundadora de la publicación El Rehilete. Miembro de la Asociación Mexicana de Escritores y del PEN Club de México. En 2001, el municipio de Oxkutzcab, Yucatán creó el Premio Nacional de Cuento Beatriz Espejo. Como traductora destacan las publicaciones de Katherine Anne Porter y Katherine Mansfield.
La literatura de la maestra Espejo se registra en la mejor tradición cuentística de miradas femeninas que exploran la nostalgia por la vida en una interpretación de la realidad que trasciende el universo de la mujer para hablar sobre los sueños y problemas de niños y hombres; una literatura que refleja las realidades interiores y sufrimientos de los personajes sujetos a sus circunstancias y prejuicios.
Su obra literaria tiene una alta calidad que despliega dos corrientes: primera acontece en ámbitos cerrados colmados de espectros e incógnitas que concierne a lo mejor a una saga familiar y autobiográfica, segunda corriente literaria su narrativa predominante es la circunstancia de las mujeres en el siglo XX, inquietudes por su situación de vida, su profesión, la relación amorosa. En palabras de la investigadora literaria nos afirma
“El cuento es un pedazo de vida sintetizado en unas cuantas páginas. Y ese pedazo de vida tiene que estar cargado de misterio y debe llevar adentro un concepto implícito. El cuento tiene sus reglas casi matemáticas. Eso lo sabe el hacedor de cuentos y no lo debe saber el lector. Tienes que engañarlo y que no note la técnica ni los esfuerzos. Es como cuando ves tocar a un pianista y deslizarse por las teclas de un piano; admiras que lo hace sin trabajo. En un cuentista serio pasa lo mismo. Ahí sucede el milagro de Dios: está el don de los cielos y luego, por supuesto, la persistencia”
La novela Muros de Azogue (1979) elaborada con escritura muy coloquial surge gracias al arduo trabajo de la doctora Espejo sumado a una excelente selección de 20 textos entre más de 60 que realizó el crítico literario Emmanuel Carballo. Se puede observar que son narrativas con matices cargadas de paisajes en haciendas, aquellas vidas cotidianas que tenían los ricos hacendados con todas sus costumbres, creencias hasta con sus espectros; por otro lado sus hábitos. Todo esto reflejado en los ambientes del puerto de Veracruz. Por otro lado, leemos a sus personajes con una reconstrucción focalizada en los roles de vida por las mujeres y su formación educativa, su vida cotidiana se puede ver una fuerte explotación de roles en cada familia pero sin pasar su papel de la mujer entre el seno familiar, es decir, las mujeres deben cumplir con sus obligaciones al cuidado de la familia.
Déjeme enfatizar estimable lector/a estos rompecabezas de conducta entre líneas se pueden leer con sagacidad aquellos modelos patriarcales dominantes, es el eje en el cual se describen las acciones de sus personajes. Para cada mujer observamos la representación como una protagonista simbólica, mítica, católica, sumisa; aquellos vínculos entre madre e hija. Beatriz Espejo refleja las vidas de éstas mujeres a su vez da paso a los otros personajes que quieren un cambio que transgreden las costumbres en lo religioso, social y económico. El cuento El Cofre
“don Antonio era terco y doña Beatriz nunca supo persuadirlo. Su matrimonio no sobrevino del convencimiento sino a resultas de un noviazgo formalizado a la fuerza”
Juliet Mitchell una de las primeras feministas reconoce las ideas del psicoanalista Sigmund Freud relativo para mostrar que el orden social se modifica en el sujeto humano, en éste caso el orden patriarcal lo leemos en el siguiente fragmento.
“Atemperaba al clavecín sonatas de Mozart, bordaba pañuelos en que enhebraba cabellos para escribir Antonio y enseñaba sus amables obras de arte a los amigos cercanos que complacidos la admiraban sumida en la suave ingenuidad de sus dieciocho años” Aquí, entendemos el objeto amado del YO un ente complejo para identificación sucesiva con los seres amados se van intercalando a la matriz inicial de aquella imagen corporal, es decir, afín, el cimiento de lo propio. Continuemos con el análisis literario la existencia o un discurso interior de conductas pasivas totalmente impuestos por la voluntad del otro. Como lo afirmó Toni Morrison
“Los hombres no son el enemigo. El enemigo es el concepto del patriarcado. El concepto del patriarcado como forma de dirigir el mundo o hacer las cosas” El dominio masculino sobre las mujeres y los hijos/as de familia es una conducta de parte del hombre, éstos responden a un guión social y las mujeres por supuesto viven una opresión sexual, veamos el siguiente ejemplo.
“Conoció también la amargura de dos abortos y de quedarse en los linderos de una alma hosca, incapaz de permitirle arrebatos pasionales. Furtivamente, acariciaba la cabeza de don Antonio con la punta de los dedos como única señal de un sentimiento siempre reprimido”
Queda perfectamente claro que la mujer está sujeta a los deseos del hombre no es dueña de sus propios actos mucho menos sus deseos no tiene la decisión para controlar su cuerpo. Doña Beatriz vive atrapada por su esposo don Antonio muestra una reacción a través de su gesto físico su fuerte represión y, ese gesto físico crea una ruptura.
Su estilo literario es muy claro al escribir las condiciones de la mujer que enfrenta los rompecabezas de religión, economía, profesión, cultura, social; su rol como mujer, mujer profesionista, mujer esposa, mujer madre, etcétera. En diversas estructuras narrativas sean estas cortas o extensas veremos un costumbrismo un realismo muy cuestionado dentro de sus historias, asimismo sus personajes de alto grado de análisis con sus protagonistas muy contrastantes y complejos.
Termino ávidos lectores la doctora Beatriz Espejo incansable docente, investigadora, académica en Literatura Mexicana. Ha sido galardonada Premio Nacional de Periodismo (1983), Premio Magda Donato (1987), Premio Bellas Artes de Narrativa Colima por Obra Publicada (1993) Medalla Bellas Artes (2009) entre otros reconocimientos, premios; no tiene una numerosa producción divulgada pero sus libros publicados son de alta calidad con temas rigurosos en estudios académicos, tesis profesionales, especializados ensayos a nivel nacional e internacional. Una de nuestras excelentes escritoras mexicanas que contamos en este siglo XXI con su presencia.