En las categorías inferiores del Milan cocinan un proyecto de estrella que promete copar muchos titulares en los próximos años. Francesco Camarda nació el 10 de marzo de 2008 y juega con chicos un año mayor que él, pero no es su edad, sino su estratosférico olfato goleador el que le ha colocado en el centro del escenario: ¡483 goles en 87 partidos! La cifra asusta, como seguro él aterra a los defensas a los que ha atormentado durante las tres temporadas que engloba esa sensacional racha.
Ha sido el ojeador italiano Sciabolata Morbida el que ha dado a conocer la historia y quien la explica a través de un hilo en su cuenta de Twitter. Los números se reparten de la siguiente manera: 247 goles en la temporada 2017-18, 172 en la 2018-19 y 64 en la 2019-20. El promedio es de 5.5 por partido y, lógicamente, han ido en descenso a medida que subía el nivel de los rivales, puesto que no podemos olvidar que son categorías inferiores y muchos de los partidos que figuran en la hoja estadística no eran de fútbol 11. Pero no debe restar mérito a lo logrado por Camarda.
Este año, tal y como expone Morbida, juega en el Milan sub-15 (aunque en la web oficial del club aparece inscrito con el sub-14), comparte equipo con Denzel Miguel Viana Seedorf, hijo del legendario internacional neerlandés, y sigue con su olfato intacto en el campeonato nacional. El último encuentro que disputó, ante el Verona, Camarda llevó a los rossoneri a la victoria con un doblete.
Bojan, Portillo, Moukoko…
Su historia recuerda a la de otros grandes goleadores en categorías inferiores, como pueden ser Bojan Krkic o Portillo, a quienes recuerda en su hilo el ojeador italiano como ejemplos de niños prodigio que, a pesar de llegar a la élite, no cumplieron con la alta expectativa que les acompañaba. También tenemos a Youssoufa Moukoko, más reciente, que se convirtió, con 16 años, en el goleador más precoz de la historia de la Bundesliga. Amén de inscribir su nombre en los libros históricos de la Champions, tras tiranizar las categorías inferiores como hace el nuevo prodigio del Milan.
El hype desmedido no siempre es buen compañero de viaje para un niño, ya que ser una estrella prematura no te asegura el éxito como profesional. La lista de ‘juguetes rotos’ a lo largo de la historia del fútbol no para de crecer. De ahí que sea fundamental el blindaje que los rossoneri hagan al delantero, porque, ahora que tiene los focos encima, sus actuaciones irán acompañadas de lupas de mayor aumento.