Editorial

Los muertos a nadie le importan

“El problema es que a nadie le importa. Ésa es la realidad, a nadie le importan los 600 o 700 muertos que tenemos a diario por el Covid. A la gente sólo le asusta lo “gruesome”, o sea, “lo espantoso”: si se cae un avión o si hay un terremoto, pero 700 personas que tú no las ves, que no sabes dónde se están muriendo, a la gente le da lo mismo. Estos muertos a nadie le importan”.

Así comenzó mi entrevista con Xavier Tello, analista en políticas de salud.

Y se siguió ante mi pregunta de cómo vamos contra el Covid.

“Los muertos te reflejan un mal manejo de la pandemia, sí. ¿Y? ‘Si de todos modos no me afecta’. Entonces tú lo puedes ver. Tú puedes ver cómo la popularidad del Presidente se mantiene. Como nadie protesta nada, como la gente ya sale a las calles. Y eso no, no está bien. La gente se va a seguir contagiando. Estos contagios van a seguir produciendo variantes. Algún día vamos a tener un problema más fuera de control. Pero te digo, regresando a mi punto: el gobierno sólo tiene una urgencia por resolver esto, por aniquilarlo, por tapar la olla”.

Además, me dijo que, lo que es un hecho, es que a nivel global la situación es crítica, porque es muy probable que el mundo entero permanezca en una fase de meseta por la pandemia por más tiempo del que esperan los gobiernos.

El problema se agrava en países como México, donde las medidas preventivas para evitar contagios masivos ya son cosa del pasado. Quedaron atrás las campañas de sana distancia, el lavado frecuente de manos y ni qué decir del uso del cubrebocas en nariz y boca. Todo el esfuerzo está volcado en la vacunación, que si bien es importante, no evita por completo los contagios.

Tello recordó que el gobierno basa la defensa de su estrategia en presumir que “hemos comprado quién sabe cuántos millones de vacunas” y que “hemos vacunado al setenta y tantos por ciento” de una población que llaman ‘vacunable’ “con al menos una dosis”. Como si esto fuera suficiente para combatir una pandemia de tal magnitud.

Escenario catastrófico

Cómo olvidar cuando López-Gatell pronosticó un escenario catastrófico si alcanzábamos los 60 mil muertos. Hoy son más de 280 mil (oficiales).

En palabras de Xavier Tello, “nos vamos a convertir en un país en el que mueren de manera normal 180 mil personas por Covid todos los años”.

Mientras tanto, el gobierno celebra que hemos salido de la tercera ola de contagios y que la economía se ha reactivado. Le urge terminar con el tema. Lo sorprendente es que las vidas humanas no dolieron, ni los niños, ni los adultos, ni los miles de huérfanos. Porque, como diría el Presidente, todo eso ya quedó atrás. Y si tiene duda, ahí está la convocatoria para el primer mitin el próximo 20 de noviembre.

“A pesar de que esta realidad es evidente, sigue sin hacerse lo básico, tan siquiera la jornada nacional de vacunación”.

En el caso de los niños hay un número mayor de menores muertos por Covid-19 en el último año que la suma de todos los decesos por difteria, sarampión, tosferina, influenza, tétanos y otras enfermedades para las que también existen vacunas, juntas.

¿Y la transparencia?

“Si bien se habla de compras y embarques, de adquisiciones millonarias de vacunas, no existe claridad, ni trazabilidad sobre cuántas dosis se han comprado y pagado, cuántas son prestadas, cuántas donadas, cuántas faltan por llegar”.

“Si hubiera sido uno de los diputados cuando compareció Arturo Herrera como secretario de Hacienda, y presumió que las vacunas ya estaban pagadas, le habría preguntado por la celda de Excel, de dónde salió el dinero del presupuesto, porque era un dinero que no estaba considerado para esta emergencia”.

La verdadera estrategia

Dieciocho meses después está claro que la verdadera estrategia del gobierno era mantener limpia su imagen, desplegar una campaña de vacunación y distribución usando a los Siervos de la Nación y atar de manos a los gobiernos estatales y los privados, para monopolizar el control de las vacunas.

Lo que no querían eran muertos en la banqueta, y te lo van a recordar cada vez que se los digas. Te van a decir que, a diferencia de Europa, aquí no los tenías muertos en la calle. No, pero yo sé que tenías decenas de cadáveres en pequeñas salas de un forense o se estaban muriendo en las salas de urgencias o en sus propias casas”, señaló Tello.

Nos quedaron a deber, pero aún hay esperanza

El especialista propone que todavía podemos evitar más muertes y cambiar el rumbo del país en el combate del Covid-19.

1.- Retomar los controles básicos. Revisar quién está contagiado y realizar un seguimiento de su estado de salud, red de contactos y protocolos de aislamiento.

2.- Tener un programa agresivo y rápido de vacunación. “El programa que tenemos ni es agresivo ni es rápido”. A mucha gente le falta la doble vacuna y está pendiente la de jóvenes menores de 18 años.

3.- Volver a tener el sentido de urgencia en la gente. El gobierno debe recordar que es imprescindible seguir adoptando otras medidas de prevención de contagios. “¿Cuántos anuncios has visto donde te dicen ‘atención, seguimos en peligro’?”.

El nuevo negocio de los verificentros

Con la novedad de que en Puebla, uno de los estados con mayor parque vehicular del país, revivirán el negocio de los verificentros. El gobierno de Miguel Barbosa está licitando 48 centros que le podrían dejar al menos 600 millones de pesos al erario. Barbosa decidió cerrar 17 verificentros que operaban hasta marzo de 2020 y que fueron asignados por el entonces gobernador Rafael Moreno Valle al “empresario, exdiputado y ex Big Brother” Jorge Kahwagi. El empresario, primo del exsecretario de Administración y de Infraestructura, José Cabalán Macri, está moviendo todas sus piezas para ir por la revancha, y participará directamente o con prestanombres para quedarse de nuevo con los verificentros. ¿Será que Barbosa y su equipo sabrán de este nuevo negocio, o se harán de la vista gorda?

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