Sergio ‘Checo’ Pérez fue en Turquía el piloto que querían en Red Bull cuando le firmaron a finales de la temporada pasada. Las sonrisas de Christian Horner y Helmut Marko eran la mejor prueba. Fue tercero, sumó, y mucho, para el Mundial de constructores, restó a Lewis Hamilton y, por lo tanto, ayudó a Verstappen para el de pilotos.
El mexicano quedó tras su vecino de box, al que elogia. «No es fácil ser el compañero de Max porque él es uno con el coche. Realmente, él está rindiendo a un nivel muy alto», exponía.
Tanto es así que el azteca cree que el neerlandés merece mantener hasta el final ese liderato que tiene ahora respecto a Hamilton -por seis puntos-. «Está siendo el piloto del año, y para ser sinceros, de largo. Ha cometido menos errores que nadie. Me sorprende que rinda a tan alto nivel sin errores«, soltó.
El de Guadalajara fue más allá en sus valoraciones sobre el ’33’ al ser preguntados por los puntos débiles de Verstappen. «Tendría que pensar sobre ellos, pero, realmente, no creo que tenga. Al menos no los obvios», afirmó.
En cuanto a sí mismo, Checo admitió la complejidad de su acoplamiento al RB16B. «Tenemos un coche único, en cierto sentido, y no ha sido fácil. No hay secretos sobre ello. Tienes que ser mentalmente muy fuerte cada día y ese ése es uno de mis puntos fuertes, darlo todo y conseguir el máximo cada domingo. El coche es único en el sentido de que es muy diferente a lo que estaba acostumbrado. Algunos coches son más fáciles para adaptarse a ellos; algunos pilotos se adaptan mejor a los coches. Tuve un periodo de adaptación difícil, pero nada dramático. Obviamente, es un conjunto muy bueno y muy competitivo. Max está demostrando que este coche si no es el mejor es uno de los mejores de la parrilla», concluyó.