Editorial

RADIOGRAFíAS – Francisco Payró, un economista en el entorno de la literatura

RADIOGRAFíAS

Francisco Payró, un economista en el entorno de la literatura

NORMA SALAZAR

 

¿Ha afectado o modificado tu trabajo creativo como escritor la pandemia?

Por supuesto que sí, como todo ser humano, ser vivo.

¿Hay un antes y un después en este sentido?

Existió un antes, ahora, esta un después, particularmente a partir de la irrupción de la pandemia me hizo voltear hacia lo que estaba implicando en la vida de muchas personas a mí alrededor, y en mi propia vida. En agosto de 2020, después de varios meses de vivir en un contexto de

semi-confinamiento, de alteración de mis rutinas habituales. Invité a un grupo de autores/as a que escribiéramos un libro de relatos alrededor de la pandemia. El resultado fue un variopinto conjunto de textos en los que el impacto de la nueva coyuntura global se refleja en las historias por supuesto sus reflexiones contenidas en el volumen. El miedo, la muerte cercana y el cambio inevitable en las formas habituales de vida son constantes, el lector encontrará a lo largo de estas páginas. En lo personal, creo que la pandemia ocasionada por el COVID-19 abre una oportunidad para que el mundo disminuya su velocidad de vértigo hacia la inconsciencia que suponen el consumismo, el olvido de nuestras relaciones ecológicas con lo que nos rodea y el miedo paralizante que la otredad nos causa. La distancia social impuesta por la nueva coyuntura me ha ayudado, sin duda alguna, a concentrarme un poco más en la construcción reposada de mi trabajo literario: de ninguna manera la posibilidad de un distanciamiento prolongado o permanente es un escenario que en modo alguno me agrade.

Economía es tu primera profesión, ¿Cuál es tu mirada del impacto que ha causado esta pandemia, que visión observas en nuestras vidas referente a la economía?

Mi trabajo como economista se encuentra enfocado a la formación de competencias profesionales y a la consultoría a pequeños negocios. He sido testigo, en ese sentido del cierre inevitable de no pocos de esas fuentes de ingresos para sus propietarios y también de la pérdida de empleos resultante. Por otro lado, la resiliencia de quienes no están dispuestos a bajar los brazos sin intentar todo lo que esté a su alcance para observar aquella actividad que tanto les ha costado construir, y el desaliento de los que no tienen las alternativas deseables. Creo que la pandemia tendrá un efecto devastador en aquellas personas que no sean capaces de adaptarse a los cambios que consigo traerá una coyuntura global de alcances no dimensionados del todo y abrirá una ventana hasta hace poco no prevista lo suficiente para las que sepan sacarle partido. Entre las primeras, me parece que millones de empleados y dueños de negocios tradicionales –o no montados en la nueva era digital- son los que podrían llevar la peor parte, mientras que entre las segundas las incorporadas a sectores dinámicos (como los vinculados al comercio electrónico, los servicios personales que ofrezcan valor añadido y la educación en línea) son los que podrán verse beneficiados con la reasignación de oportunidades y recursos que consigo trajo la pandemia.

Francisco Payró te desempeñas entre dos profesiones la economía y la literatura, los números y las letras, éstas profesiones muy ligadas de alguna manera en tu andar cotidiano. El futuro inmediato no es muy halagüeño a nivel global.

¿Qué les compartirías a estas generaciones que están terminando su carrera y a los más jóvenes que vienen detrás de ellos?

Me gustaría compartirles algo esperanzador, pero me temo que en muchos sentidos vivimos de algo que pudiera aproximarse al ≤≤sálvese quien pueda≥≥. La pandemia ha revelado mucha mezquindad entre gobiernos de las naciones poderosas, incapaces de extender los beneficios de la vacunación masiva a otros países menos desarrollados o con franco rezagado económico y eso es una muestra global de lo que localmente ocurre. La crisis que consigo trajo el COVID-19 ha puesto de manifiesto que las personas podemos ser tan solidarias como ajenas a la penuria y al dolor ajeno. Norma Salazar, estamos aquí, charlando de la otra realidad que ha dejado la pandemia. No veo, pues, un panorama halagüeño para un mundo pos-pandemia pese a la gradual recuperación económica observada. Ahora bien, la sanación esta en cada uno de nosotros y una de ellas está en la ciencia humana que es la literatura; el arte ennoblece el alma y los sentidos de nuestro pensar, para exponer nuestros reflexiones, el arte tiene sus directrices para expresar lo más humano de la humanidad.

Platícanos del libro La insana distancia que tú coordinaste

Mi segunda profesión tú sabes, es la literatura. Intentamos plasmar en este libro colectivo a un grupo de autores de México y fuera del país, escribimos bajo el título de La insana distancia acerca de la pandemia (el título se me ocurrió cuando pensé que era necesario echar una mirada crítica. Al tiempo vivencial, a las implicaciones del slogan que el gobierno de México promovió para fomentar el distanciamiento social y disminuir –en teoría- el número de contagios y muertes) En estos textos podrán leer, lo que expresa cada autor/a a través de sus narrativas lo que vivieron en su auto encierro, un daño infligido por el virus. Sus sensaciones, preocupaciones y el resultado colateral que tardará algún tiempo en revertirse y, en el inter de su vida laboral, estudiantil, social ninguna sensación de que las cosas volverán a s ser igual, recobrar su normalidad podrá ocultarse lo psicoemocional una futura o supuesta aparición de “normalidad”. En lo personal creo que volver a ≤≤nuestro centro≥≥, es decir, al ser más conscientes de que frente al embate de una coyuntura global tan adversa no podemos dejar de extraer hoy las lecciones de un aprendizaje, es lo único que ante la eventual irrupción de escenarios aún más catastróficos podrá salvarnos.

Termino ávidos lectores, no existe límites para la ciencia, el fenómeno de salud ahora a convive en nuestros entornos nos ha enseñado que no hay fronteras, ni las máximas economías del mundo pueden dejar de estar ALERTAS a los cambios naturales de este universo, es nuestro hogar el planeta y, por ello, debemos empezar a recapitular nuestras diferencias, no sólo internas sino mundiales para poder contra restar embates de futuras enfermedades, pandemias, epidemias. Hemos convivido a través de la historia de la humanidad con ellas. Debemos, ser más solidarios con los que menos tienen, aprendiendo y reforzando al mundo científico que en gran medida depende de la economía y sensibilizar al ser humano a través de lo más sensitivo que tienen las ciencias humanas (la literatura, arquitectura, teatro, cine, música, danza, fotografía, pintura y escultura) para tener un equilibrio emocional. Vienen futuras generaciones detrás de las más jóvenes y vendrán nuevas ballestas, hay que estar preparados.

 

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