MO YOLOH
MELISA COSILIÓN
En el fondo de mi pecho
habita un toro sediento,
y es a veces también
una rama que cruje…
Es una flecha constante
que me grita desde adentro
¡Adelante, adelante!
y permanece pintada
ardiendo en su rojo fuego.
A veces se comporta también
como un zapote maduro,
como un quejido que el viento
dispersa hacia un hondo barranco,
a una amarilla grieta.
Ciertos días de marzo relumbra
con la fuerza de los colores
y se aprieta como pájaro inquieto,
se ríe cual niño jugando
que canta y se regodea
en lo infinito de las estrellas,
y luego llora, gime y se comprime
como el papel y las letras.