ALGO EN COMÚN
MELISA COSILIÓN
No pudo ser el color de la piel,
pero quizás venga siendo
aquella textura del alma
que se sabe acariciada
a través de la distancia.
Quizás tampoco sea
aquella capacidad histriónica,
porque mi arte corporal
es el mismo que posee
una mancha de tinta.
No, aquello debe ser algo más
que una descabellada coincidencia,
de esas que se cocinan a fuego lento,
algo en común.
Y ahora que encuentro en mis ojos
aquellos ojos tuyos,
y que siento que tus manos
se transforman en las mías
en las noches que te encuentras lejos,
y te conjuro mientras descubro
a tientas mi cuerpo indomable…
Quizás sea momento
de abrir la boca y susurrarle a la luna
que entre toda esta indolente fuga
tenemos algo en común.