Editorial

Se nos viene un año muy complicado

Las dificultades para la economía mexicana comenzaron desde temprano en este 2022.

El Inegi dio a conocer el día de ayer una caída en la confianza empresarial en todos los sectores a los cuales aplica su encuesta: manufacturas, comercio y construcción.

Se reportó también una caída en los pedidos manufactureros, tanto en el indicador que produce el Inegi como en el que calcula el IMEF.

El deterioro del ambiente se notó en la Encuesta de Especialistas que publica el Banxico.

En ella se bajó el pronóstico de crecimiento del PIB para este año de 2.8 a 2.2 por ciento.

Pero además también nos enteramos que los expertos en Estados Unidos anticipan malos resultados en materia de empleo para enero por efecto de la pandemia.

Aquí en México, uno de los primeros indicadores que nos pueden dar luz respecto a la evolución de la actividad económica es el de la movilidad.

De acuerdo con las estadísticas de Apple Mobility Trends, en el tráfico vehicular en el país hubo una caída de alrededor de 10 por ciento si comparamos el cierre de enero contra el cierre de noviembre.

La caída sería aún más notoria si el comparativo fuera, por ejemplo, con los días más activos de diciembre.

La reducción de la movilidad se aprecia también en indicadores vinculados con el transporte público, así como con el tránsito peatonal.

En la medida que empiecen poco a poco a surgir otros datos económicos correspondientes a enero de 2022, seguramente veremos que se confirman estas tendencias.

Aunque en diversas entidades de la República no se hayan tomado medidas extraordinarias para reducir la movilidad por parte de las autoridades, fueron directamente la población y las empresas las que decidieron tomar precauciones.

A ese cuadro complejo en materia productiva y comercial hay que sumarle el tema de la inflación, que continúa en niveles elevados y que difícilmente estará por abajo del 7 por ciento en enero.

Por si no tuviéramos suficiente con todo lo anterior, ahora nos enfrentamos también a la tensión geopolítica en Ucrania, que ha conducido a que los precios del petróleo alcancen niveles que no se habían visto en muchos años, cercanos a 90 dólares por barril.

Aunque para Pemex la noticia puede ser positiva porque apuntala su situación financiera, para las finanzas del gobierno crea la disyuntiva de permitir que los precios más elevados se reflejen en energéticos como la gasolina y el gas, o realizar un sacrificio fiscal al cobrar un menor IEPS a los combustibles y descuadrar la recaudación.

Por todo este conjunto de razones es que algunos expertos consideran que si durante el mes que estamos comenzando se mantuviera una situación como la de enero, no sería imposible que, de nueva cuenta, las cifras del primer trimestre apuntaran a un nuevo retroceso económico.

Hay un refrán muy conocido en México que dice que mal empieza la semana a quien ahorcan en lunes.

Mal empezamos el año con toda la colección de problemas que le describimos.

Que sí es ratificación

Siete ministros del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación coincidieron con lo que aquí escribimos el lunes, respaldando la propuesta del ministro Pardo para modificar la pregunta de la consulta por la revocación de mandato.

Pero cuatro ministros estuvieron en desacuerdo: Arturo Zaldívar, Yasmín Esquivel, Loretta Ortiz y Juan Luis González Alcántara. Y por ello, no se obtuvo la mayoría calificada requerida para declarar la incostitucionalidad de la parte de la Ley de Revocación que fija la pregunta. Así son las reglas.

Lo positivo es que sí se alcanzó la mayoría calificada para prohibir a los partidos promover la consulta.

Por lo menos.

To Top