TANATOLOGIANDO
LAURA SALAMANCA L.
CAMINO DE LA AUTODEPENDENCIA
En este camino se arranca solo, y quizás en un momento de la vida cada uno de nosotros tengamos que empezar a recorrerlo. Es un camino solitario, personal y definitivo en el que todos vamos en la misma dirección y es necesario para poder encontrar la felicidad, la autorrealización, la elevación, la iluminación, la paz, el éxito, o simplemente un final y al que todos pretendemos llegar muy bien o lo mejor posible.
Algunos llegarán a tiempo y algunos un poco o demasiado tarde, pero todos llegaremos. Algunas personas se pierden en el camino y otras encuentran un atajo transformándose en verdaderos guías para los demás.
Sin embargo, hay rutas que no podemos evitar y Jorge Bucay menciona estas 4:
1.- el camino al encuentro definitivo con uno mismo (el camino de la autodependencia)
2.- el camino al encuentro con el otro (en camino del encuentro)
3.- el camino de las perdidas y de los duelos (el camino de las lágrimas)
4.- el camino de la complejidad y de la búsqueda del sentido (el camino a la felicidad)
Nuestra misión es marcar nuestras propias rutas en nuestro propio mapa y viéndolo así, como Bucay lo menciona, será menos probable perdernos, aunque en el camino hay que ir corrigiendo el rumbo según las circunstancias que se nos vayan presentando en el camino.
Bucay hace una alegoría de nuestra vida con un carruaje Primero hay que dar gracias por este transporte que nos lleva todas partes (nuestro cuerpo) que nos fue dado desde el nacimiento y al cual no cuidamos como deberíamos, para poder llegar a este final de mi encuentro conmigo mismo lo mejor posible, este carruaje está diseñado para adaptarse a cualquier situación y a los cambios del tiempo. Al pasar de los años ahora requirió de 4 caballos que lo llevaran a todos lados y estos también fueron, las necesidades, las pulsiones, los deseos y los afectos, y todo va bien hasta que los deseos nos llevan por caminos pedregosos e incomodos y hasta un poco riesgosos y a veces tenemos que decirle al caballo que pare un poco, y hasta nos detenemos y ahí es donde aparece el cochero que va dirigiendo el carruaje (nuestro intelecto, nuestra capacidad de pensar racionalmente ) si no nos damos cuenta, este cochero nos llevara por sus propios caminos sin preguntarnos y entonces entraremos en aprietos porque algunas veces no podremos salir fácil del asunto. Y entonces te conviertes en los 3 personajes, el carruaje, los caballos y el cochero, el cochero es importante para evaluar el camino y la ruta, pero quien verdaderamente tiran del carruaje son los caballos, así que no permitas que el cochero se distraiga. Los caballos tienen que ser alimentados y protegidos, porque te tiene que durar todo el viaje, así que hay que llevarlo a afinar y darle el mantenimiento que requiera, porque ¿Qué harías sin ellos? Imagínate sin deseos ni ilusiones y sin embargo hay mucha gente que anda por la vida sin contacto con sus emociones, dejando solamente que su cerebro empuje el carruaje. Y si no lo cuidas se puede romper antes de tiempo.
Cuando las personas entienden esto, entonces pueden pensar en sus dolores del cuerpo, y sus sensaciones agradables y desagradables y empezaran a hacerse responsables de cuidarlo sin dejarle la responsabilidad a otro ya que esto es la dependencia.
Saber en qué condiciones se encuentra mi carruaje es mi objetivo para llegar a una autodependencia porque primero hay que definir qué significa dependiente, viene de pendiente (que cuelga) que esta suspendido desde arriba en el aire sin una base donde sostenerse. También significa incompleto, inconcluso o algo sin resolver. Otra definición es un objeto o adorno alhaja, o hasta una inclinación o una cuesta hacia abajo presumiblemente peligrosa. Viéndolo en una forma personal, sería un individuo que se prende o se cuelga de otro, alguien permanentemente incompleto sin resolución.
La autodependencia a veces tiene que ver con la ingratitud, porque la gente dependiente es muy fácil de manipular y la gente detesta a aquella que no se deja manipular, y es que el dependiente difícilmente se pude defender y eso es que lo que tiene que aprender a través de los años, porque pareciera que vivimos en una ley de la jungla donde el que grita mas es el mejor, porque asusta, pero no es verdad, lo que pasa es que la gente que sufre es que ha sido abandonada de sí mismo, de sus partes adultas y sus niños han quedado a la deriva sin nadie que los contenga y así ha ido buscando por ahí, a cualquier lado, ayuda y más que ayuda, dependencia. Pero lo bueno es que esto es un proceso reversible y teniendo la capacidad de darse cuenta que existe un adulto dentro del ser, que puede tomar las decisiones que el quiera sin preguntar a nadie más y apapacharse como niño que vive en el interior y que desea ser alimentado con cariño y amor, y cuando sepa que yo mismo me puedo hacer cargo de mi mismo, que me puedo pedir, que me puedo ayudar, etc. entonces será el momento de buscar a otro y saber que igual puedo ayudar, pedir y ofrecer porque ahora ya soy el dueño de mi propia vida. Y ahora comenzaré a concederme unos permisos, que Virginia Satir, llama como “inherentes a ser persona” y tener la confianza de otorgarse:
- Me concedo a mí mismo permiso para estar y ser quien soy, en lugar de creer que debo esperar a que otro determine donde yo, debería estar.
- Me concedo a mi mismo el permiso de sentir lo que siento, en vez de sentir lo que otros sentirían en mi lugar.
- Me concedo a mí mismo el permiso de pensar lo que pienso y también el derecho de decidirlo si quiero o callármelo si es que así me conviene.
- Me concedo a mi mismo el permiso de correr los riesgos que yo decida correr, con la única condición de aceptar pagar yo mismo los precios de esos riesgos.
- Me concedo a mi mismo el permiso de buscar lo que yo creo que necesito del mundo, en lugar de esperar que alguien mas me dé el permiso para obtenerlo.
Estos permisos me han sido muy útiles en mi terapia particular ya que condicionan nuestro ser como personas autosuficientes, que han ayudado a mucha gente a verse y valorarse a sí mismos
“Para autodepender, voy a tener que pensarme a mí como el centro de todas las cosas que me pasan.”
“Hay que aprender a pedir ayuda sin depender y hay que aprender a recibir ayuda sin creer que uno está dependiendo” Jorge Bucay
