El juzgado primero del Distrito de Yucatán otorgó la suspensión provisional de la construcción del tramo cinco del Tren Maya (con trazo de Playa del Carmen a Tulum, Quintana Roo), por no contar con una autorización en materia de impacto ambiental.
La construcción de la megaobra, impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, fue suspendida debido a que el juez dio la razón a un grupo de buzos que presentaron una demanda de amparo.
Adrián Fernando Novelo Pérez, Juez Primero de Distrito en el Estado de Yucatán, determinó que la suspensión es procedente para evitar daños inminentes al medio ambiente de difícil o imposible reparación.
“Procede conceder la suspensión para el efecto de que se suspenda o paralice cualquier acto que tenga como finalidad la continuación de la construcción del tramo cinco, sector sur, del Proyecto Tren Maya”, dijo.
El Juez Novelo Pérez agregó que, mientras no decida si concede o no la suspensión definitiva, no puede seguir la ejecución de obras relacionadas con la construcción, infraestructura, remoción o destrucción de la biodiversidad del terreno o cualquier otra actividad que implique la ejecución material de la obra.
Señaló que la suspensión es obligatoria para las dependencias del gobierno federal, así como a cualquier empresa privada contratada por las mismas para realizar trabajos de construcción del tramo cinco, sector sur, del Tren Maya.
“Si tuviese intervención algún particular en la ejecución de los actos de autoridad que se atribuyen a las autoridades responsables y respecto de los cuales se otorgó la suspensión, será obligación de éstas últimas ordenar al particular la inmediata paralización de la ejecución de los actos reclamados”, dijo.
Además, las dependencias públicas deben garantizar que los particulares tomarán las medidas pertinentes para el cumplimiento estricto de la suspensión provisional en los términos y para los efectos precisados en el acuerdo.
Será a las 12:05 horas del 22 de abril próximo cuando se celebre la audiencia incidental en la que se determinará si se concede o no la suspensión definitiva.
Cabe destacar que los quejosos son un grupo de buzos profesionales, quienes manifestaron, “bajo formal protesta de decir verdad”, que tienen conocimiento que se modificó de última hora el trazo original del tramo cinco del Tren Maya.
Dijeron que ello fue el resultado de una falta de planeación, conocimiento, precaución y estudios relacionados con el suelo kárstico que impera en la zona, así como la falta de estudios de impacto ambiental.
Agregaron que, conforme al actual “trazo preliminar”, el proyecto atravesará ríos subterráneos ya que el trazo es de norte a sur y los ríos subterráneos corren de oeste a este.
Igualmente indicaron que hay una deforestación que se inició en Playa del Carmen, Río Secreto, Akumal y Tulum sin los estudios sobre el tipo de suelo, sin rescate de fauna y flora, y sin las manifestaciones de impacto ambiental.
A consideración del juez, los quejosos cumplieron los seis elementos previstos en el artículo 128 de la Ley de Amparo para concederles la suspensión, entre ellos, acreditar el interés legítimo como habitantes del municipio de Solidaridad y beneficiarios de los servicios ambientales de la zona.
Estimó que con la concesión de la suspensión provisional no se afecta el interés social ni el orden público porque, si bien la sociedad tiene interés en que se construyan vías de comunicación para el servicio público, también está interesada en se haga conforme a las leyes en materia ambiental mexicana.
Agregó que de no concederse la suspensión implicaría la continuidad de los trabajos de ejecución para la construcción del Tren Maya con la consecuente afectación ambiental, ya que implica la tala de árboles, la destrucción de la flora y de las especies nativas, y la perforación del suelo.
“La continuidad en la construcción de la obra conlleva una alta probabilidad de modificar el ecosistema, en tanto que, con la suspensión de la ejecución de la obra, hasta en tanto se dicte la suspensión definitiva, se pudiera evitar daños inminentes e irreparables al medio ambiente”.
En días pasados, activistas de Greenpeace México dieron a conocer que la caverna Angry Wasp, así como diversos ríos subterráneos se encuentran en el camino de la construcción del Tramo cinco del Tren Maya, lo cual puede no ser una buena idea ya que es una zona frágil.
El 28 de marzo, después de que un grupo de artistas emitiera un video explicando que la nueva ruta del proyecto destruirá el sistema de ríos subterráneos más grande del mundo, el presidente López Obrador aceptó que el tramo con trazo de Playa del Carmen a Tulum, Quintana Roo presentaba complicaciones legales, pero no “por interés genuino”.
“Palenque a Mérida está sin ningún problema legal, y en el tramo de Mérida a Cancún tampoco, porque es todo el derecho de vía de la autopista, o la mayor parte. Ya se está trabajando y ya se tiene el derecho de vía casi en todo el tramo de Cancún a Tulum; ahí está dividido en dos partes, ese es el tramo que están impugnando”, dijo.
Ante estos hechos, el lunes se emitió una resolución en Yucatán concediendo la suspensión provisional del tramo cinco del Tren Maya, donde no se permitirán ejecuciones relacionadas con su construcción, infraestructura, remoción o destrucción de la biodiversidad en el terreno.