Tecnologia

Descubren por primera vez el ombligo de un dinosaurio en un fósil bien conservado

Por primera vez en la historia, los paleontólogos han identificado una cicatriz umbilical en un dinosaurio no aviar. ¡El primer ombligo de dinosaurio!

En los mamíferos, el ombligo es la cicatriz que nos queda después de nacer cuando se desprende el cordón umbilical. En los reptiles y las aves, que nacen de huevos, no existe un cordón. Existe, dentro del huevo, un saco vitelino y otras membranas que se conectan directamente al abdomen del embrión.

La cicatriz umbilical, la forma no-mamífera de un ombligo, se produce cuando el embrión se separa de esas membranas antes de salir del huevo. Y eso es justo lo que los paleontólogos dicen haber encontrado en un fósil de dinosaurio.

Según un estudio publicado en BMC Biology, el hallazgo se produjo en un fósil de Psittacosaurus particularmente raro y bien conservado.

Descubierto en China, nuestro Psittacosaurus fue un dinosaurio bípedo que vivió a principios del Cretácico. Era una forma primitiva de ceratopsiano, un orden de herbívoro con pico que más tarde daría lugar al popular Triceratops.

El deslumbrante fósil que nos ocupa fue descubierto boca arriba, aún con piel y cerdas en la cola, 130 millones de años después de su muerte.

Aunque su hallazgo se hizo público en 2002, el paleobiólogo Michael Pittman, de la Universidad China de Hong Kong, y su colega Thomas G. Kaye, de la Fundación para el Avance Científico, siguen revelando detalles de su pasado.

Los científicos usaron fluorescencia inducida por láser, un método no destructivo que ellos mismos inventaron, para dar con una “cicatriz sutil” en el abdomen del fósil. La superficie de piel arrugada tiene márgenes lisos y está dispuesta a lo largo de una línea central, sin rastros de piel regenerada, lo que, según los investigadores, sugiere que no fue resultado de una lesión.

“Estamos terminando una descripción detallada de la piel del Psittacosaurus”, dijo Pittman. “Esto requería que miráramos cada centímetro cuadrado del fósil, y así fue como ocurrió el descubrimiento de la cicatriz umbilical”.

Sabemos, porque los científicos compararon la longitud del fémur de este fósil con el de otros especímenes, que nuestro Psittacosaurus protagonista tenía entre 6 y 7 años, de modo que se acercaba ya a su madurez sexual.

No todos los reptiles y aves que conocemos mantienen su cicatriz umbilical hasta la edad adulta, y no esta claro que este fuera el caso de los dinosaurios, ni tan siquiera de los Psittacosaurus. Algunas cicatrices en aves y cocodrilos provienen de infecciones del saco vitelino por criarse en malas condiciones.

El fósil del estudio se encuentra en exhibición en el Museo Senckenberg de Frankfurt, Alemania. Hay que saber bien dónde mirar para verle el ombligo.

To Top