OLÍ
GUILLERMO ALMADA
Olí habla tanto
que sus palabras
desbordan e
inundan el piso
de la sala.
A veces
me sirve para
poder extrañar
al silencio,
otras, para
poder pensar
en todas esas
cosas que ella
no me dice
porque me
dice eso,
que no escucho,
que no entiendo…
Olí se desangra
hablando, o
más bien se
despalabra.
Y solo hace
silencio cuando
nomás le queda adiós
en su vocabulario.
Y Olí corta, triste,
porque aún no
ha dicho todo.
Porque Olí no
encuentra esa
palabra que la
contenga…