La actividad económica en México se contrajo en mayo y apuntó su mayor caída en nueve meses, lastrada principalmente por el comercio minorista, construcción y la minería, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) cayó 0.19 por ciento a tasa mensual en el quinto mes del año, la menor variación desde agosto del año pasado, cuando descendió 1.04 por ciento.
Además, es su primera baja luego de dos meses consecutivos con incrementos.
Dicho resultado se da luego de un incremento en marzo de 0.39 por ciento y en abril de 1.06 por ciento.
El avance mensual del IGAE fue menor al anticipado por el Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE), mismo que mostraba un estancamiento a tasa mensual en mayo.
Por actividad económica, dos de los tres sectores económicos mostraron avances.
Las actividades terciarias fueron las de peor desempeño al reportar un descenso de 0.3 por ciento mensual, su caída más pronunciada desde octubre del año pasado.
De manera desglosada, los servicios de esparcimiento culturales y deportivos cayeron 8.9 por ciento, el comercio al por menor bajó 2.2 por ciento, y transportes, correos y almacenamiento con 1.4 por ciento a tasa mensual.
El sector industrial mostró un avance de 0.1 por ciento a tasa mensual en el quinto mes del año, su tercer mes con incrementos.
En su interior, la minería fue menor en 0.7 por ciento, seguido de la construcción un descenso de 0.6 por ciento. Mientras que la industria manufacturera avanzó 0.2 por ciento y la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final subieron 1.7 por ciento.
Por el contrario, las actividades primarias avanzaron 2.2 por ciento a tasa mensual, el resultado se da luego de una contracción de 0.9 por ciento en abril.
A tasa anual, el IGAE avanzó 1.3 por ciento en términos reales. Por grandes grupos de actividades, las primarias crecieron 3 por ciento, las secundarias, 3.1 por ciento y las terciarias, 0.3 por ciento.
Jacobo Rodríguez, director de análisis financiero de Black Wallstreet Capital, comentó que luego del dato de mayo del IGAE “todo apuntaría a que en los siguientes meses tendremos una economía mexicana más débil”.
Agregó que la debilidad en economía se deberá al aumento de precios, que va a impactar al consumo y en las empresas, que están experimentando un incremento de los costos, lo que afecta a sus ganancias. Además, el alza en las tasas de interés tendrá un impacto en el crédito y la inversión, y debido a malos resultados en algunas variables económicas y financieras, se esperaría todavía una desaceleración mayor en los próximos meses.
“Esperamos que los siguientes datos presentarán una mayor desaceleración en la actividad económica, anticipamos para el segundo trimestre una alza de 1.2 por ciento anual y a tasa trimestral, será negativo en 0.12 por ciento; el panorama hacia adelante muestra una tendencia más hacia datos negativos que positivos en el IGAE”, aseguró Ernesto O’Farrill, presidente de Grupo Bursamétrica.
“Los factores que obstaculizarán a la actividad serán el aumento en los precios, que desincentiva al consumo, el sector externo se está desacelerando, las exportaciones manufactureras y del campo están bajando su ritmo de crecimiento y todo esto se debe a la falta de inversión; por el contrario, las remesas seguirán fuertes”, expuso.
Víctor Ceja, economista en Jefe de Valmex, advirtió de un debilitamiento de la economía hacia adelante, ya que los resultados de mayo marcan una clara desaceleración de la economía; “estimamos que en el segundo trimestre crecerá 0.9 por ciento, en el tercer trimestre apenas 0.1 por ciento y un estancamiento en el último trimestre”.
Destacó que lo que preocupa hacia delante es la desaceleración de la economía de Estados Unidos, ya que hay especulación sobre si entrará en recesión en el 2023. Además, hay otros dos factores, los altos niveles inflacionarios y mayores tasas de interés, que afectarán el consumo y la inversión, por lo que el crecimiento va a ser menor.
Andrés Abadia, economista en jefe para Latinoamérica, de Pantheon Macroeconomica, indicó que la economía perdió impulso debido al efecto rezagado de la elevada inflación, la disminución de la demanda y las condiciones financieras más restrictivas.
“Es probable que el impulso continúe debilitándose en el corto plazo. Independientemente, se prevé una mejora de la actividad manufacturera, las remesas aún sólidas y la reducción gradual de las presiones inflacionarias para fines del tercer trimestre en adelante” agregó.
Caen servicios
Las actividades terciarias fueron las de peor desempeño al reportar un descenso de 0.3 por ciento mensual, la caída más pronunciada desde octubre del año pasado.
De manera desglosada, los servicios de esparcimiento culturales y deportivos cayeron 8.9 por ciento, el comercio al por menor bajó 2.2 por ciento, y transportes, correos y almacenamiento con 1.4 por ciento a tasa mensual.
El sector industrial mostró una desaceleración a 0.1 por ciento a tasa mensual, tras un avance de 0.5 por ciento el mes anterior. En su interior, la minería fue menor en 0.7 por ciento, seguido de la construcción un descenso de 0.6 por ciento. Mientras que la industria manufacturera avanzó 0.2 por ciento.
Por el contrario, las actividades primarias avanzaron 2.2 por ciento a tasa mensual. No obstante, analistas de Banorte señalaron que el sector primario sigue enfrentando condiciones adversas. “En particular, restamos que el 13 de julio entró en vigor la declaratoria de estado de emergencia de la Semarnat por sequía “severa, extrema o excepcional”. Consideraron que estas dificultades podrían extenderse al menos hasta agosto, lo que afectará a la producción agropecuaria.