LOLA
GUILLERMO ALMADA
El sol sale en Lanús,
cuando Lola abre los ojos.
Y no sé si no sale de adentro de ella,
y con un guiño lo enciende
y lo coloca allá arriba,
alto, bien alto, adonde todos lo vean,
mientras ella va, de rosa,
inaugurando primaveras.
Lola tiene en los ojos un brillo
que es como cuando el arroyo
abraza un rayo de sol y lo refleja.
Y en la sonrisa guarda
conjuros y secretos
que ella sabe relatar
y hacer leyenda.
Lola me deja pensar que yo
puedo construirle paraísos
con relatos, con sonetos, y poemas.
Y yo me tiro a la sombra de sus manos,
de espaldas a la grama,
para pensar en ella.
Y cuando pasa la saludo,
desde lejos,
y ella pasa,
y es como la tarde,
inexorable,
que se lleva la luz sin darse cuenta.