Editorial

RADIOGRAFÍAS – Isaac José Woldenberg Karakowsky en los ámbitos político, académico y cultural

RADIOGRAFÍAS

Isaac José Woldenberg Karakowsky en los ámbitos político, académico y cultural

NORMA SALAZAR

 

Democracia, Izquierda y Cultura. Reflexiones en la Celebración por los 70 años de José Woldenberg, se efectuó en el Jardín Botánico de la Universidad Nacional Autónoma de México, quien fue reconocido y halagado por sus 70 años de vida, así como por su vasta trayectoria académica y política.

El analista político Mauricio Merino subrayó la trascendental labor del Dr. José Woldenberg a favor de la democracia en nuestro país, así como su gran congruencia que lo ha distinguido a lo largo de toda su trayectoria. «Se podrán disputar sus ideas la lectura que hace a veces de la coyuntura política, de las interpretaciones, podrá disentirse con las formas o con los detalles, o la manera como el plantea sus ideas, pero nadie podría reclamar que ha faltado a sus convicciones o que haya traicionado sus valores y todavía lo que es más difícil, que su conducta haya traicionado lo que dice lo que escribe y lo que defiende”, acentuó a pesar de todo y de todos las arremetidas, “tenemos un régimen plural”, un régimen de partido con opciones y un sistema electoral sólido en el que los votos se siguen contando, con instituciones que la verdad ni siquiera eran imaginables cuándo se fundó el Instituto de Estudios para la Transición Democrática de cuando empezó está gesta, de una generación que José Woldenberg encarna y simboliza”

En su intervención Ciro Murayama señaló la aportación más substancial de José Woldenberg en el país «como esa aspiración irrenunciable que permite la convivencia, la diversidad, la pluralidad, la coexistencia pacífica de distintas corrientes pacíficas». Detalló, México obtuvo esa libertad después de extensos años de autoritarismo, opresión en los medios de comunicación y enfatizó que luego del movimiento estudiantil de 1968 conquistó esa libertad, México tuvo una de sus asignaturas más substanciales el reclamo democrático. Reconoció una izquierda democrática en tiempos modernos muy necesaria en nuestro país, indiscutible “es necesario defender lo qué se ha construido en materia democrática para la cual varias generaciones lograron generar un marco para la convivencia y competencias civilizada

Con este preámbulo amable lector, particularizaremos su actividad en el ámbito cultural.

En su participación Roberto Diego Ortega exteriorizó el amplio interés cultural del doctor José Woldenberg “el espacio de la cultura –como lo percibo en Woldenberg- no puede disociarse de los reflejos, las repercusiones o consecuencias del espacio político y social, que aunado a la cultura puede integrar la cifra, el sentido o sinsentido de la expresión humana”

Entre los compendios para hacer caer la balanza referente a la composición del ser humano ante la sociedad, la cultura sin lugar a dudas es lo más revelador en cuanto al equilibrio de las causas sociales, para que los seres humanos se entiendan con sus semejantes. La cultura es el origen, un rasgo humano en la prócer capacidad del hombre para obtener sapiencias mediante la experiencia y para comunicar lo comprendido por medio de símbolos de los cuales es el lenguaje.

El editor y director del suplemento El Cultural del diario La Razón enfatiza sus lecturas preciadas por Woldenberg “Hay entre ellos un suicida en particular: Sándor Márai, el prodigioso narrador de origen húngaro que terminó con sus días a los 89 años, en la soledad y el exilio de San Diego, California, a quien Woldenberg dedica un artículo en la revista Nexos de julio de 2019. En Nobleza obliga a su vez, recorre el trayecto seguido por William Styron para caminar por la orilla de ese desfiladero –el suicidio- del que pudo salvarse gracias a una coincidencia en un libro de título contundente: Esa visible oscuridad. Memoria de la locura.” Todavía, debemos armar los                                                                                    rompecabezas del servicio usual de la humanidad, el atributo de la cultura reside en términos                                                                                 sensatos de valor en correlación con los pasajes de vida y sus complejidades que circunscriben creencias, erudiciones, leyes, moral, cultura, etcétera que el ser humano ha ganado como miembro de una sociedad, aquí acentuó de manera categórica el sociólogo Woldenberg “si va a haber una izquierda democrática esta debe ser parte de un movimiento que conjuga política y cultura, reiteró, porque sin la cultura la vida se adelgaza”, en esta afirmación el escritor Ortega muestra en su intervención “En síntesis, el marco de una sociedad democrática, la riqueza y el respeto a sus manifestaciones más radicales o externas, aparece como una aspiración ética en todos los territorios que conjuga José Woldenberg. Y en esa línea, como apuntaba Mario Huacuja (en Nexos, julio de 1998), “al poner los valores éticos por encima de las conveniencias políticas… Woldenberg se ha convertido en una rareza del mundo político y literario de nuestro país”

Aunado a lo interior, la formación de una identidad requiere un transcurso de cavilación y examen simultaneo que tiene territorio en todos los niveles del ejercicio mental. El individuo se califica a sí mismo a la luz de lo que entrevé en aquel momento su identidad vincula una aseveración del ser humano y su reciprocidad con el mundo y con la sociedad. Roberto Diego Ortega muestra ese entorno del homenajeado “En esa pertenencia comunitaria donde caben los excéntricos, los renegados, los incrédulos, la conclusión que cierra el ciclo reconoce algo “connatural” o propio de los seres humanos. Consiste en “sus profundas diferencias”, cuya riqueza está llamada a resistir el camino del dogma, la opresión, el autoritarismo, porque sabemos que en la comprensión de la diferencia y la diversidad –potenciada por la literatura- radica la instancia civilizadora que resguarda la memoria, el conocimiento, la sensibilidad y la imaginación humana” Para el psicoanálisis la identidad es el eje desde el cual se conforma el YO, una necesidad tan importante que el ser humano no podría estar sano sin satisfacerla, es decir, la identidad es una necesidad afectiva por el sentimiento de pertenencia que desarrolla es cognitiva por la consciencia de uno mismo y la del OTRO. Es activa pues el hombre rescata un rol a partir de su identidad ante un grupo social.

En su intervención de agradecimiento por el festejo de su cumpleaños número 70, José Woldenberg externó que en el marco del citado foro, del cual, él fue el personaje central, confirmó: “el día de hoy, he aprendido una cosa muy importante: me he dado cuenta porque los reconocimientos de hacen post mortem, (porque), eso evita el sonrojo y el agobio y la incomodidad del festejado, pero no dejo de reconocerles su amistad y de agradecerles muy profundamente este gesto de amistad y cariño”.

Termino ávidos lectores, en los últimos años la cultura y la sociedad son procesos semejantes, toda sociedad tiene una cultura, es decir, la una depende de la otra, la influencia de la cultura en la conducta social prescribe las futuras generaciones.

Fotografía: Norma Salazar

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