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Guerra en selección femenina de futbol: 15 jugadoras renuncian por continuidad del DT

Quince futbolistas españolas, integrantes de la selección, enviaron este jueves un correo a la Federación Española de Futbol anunciando su renuncia a volver a jugar en el equipo nacional, argumentando no atravesar su mejor situación emocional después de que el presidente del ente, Luis Rubiales, no cesase en el cargo al seleccionador Jorge Vilda como pidieron a finales de agosto.

La respuesta de la Federación, a través de un comunicado, fue redoblar su confianza en Vilda y asegurar que desde el ente «no va a permitir que las jugadoras cuestionen la continuidad del seleccionador nacional y de su cuerpo técnico, pues tomar esas decisiones no entra dentro de sus competencias».

De hecho, asegurando que aunque podrían tomarse medidas disciplinarias como «sanciones de entre dos y cinco años de inhabilitación» por no acudir a una llamada de la selección, la federación solventó que no convocará «a las futbolistas que no desean vestir la camiseta de España» y llamará «únicamente a futbolistas comprometidas, aunque tenga que jugar con juveniles», sentenciando que las jugadoras que presentaron esta renuncia «únicamente regresarán en un futuro a la disciplina de la selección si asumen su error y piden perdón».

Aunque, oficialmente, no trascendió el nombre de las protagonistas, según informó la cadena Ser estas fueron Patri Guijarro, Leila Ouahabi, Mapi León, Ona Batlle, Laia Aleixandri, Claudia Pina, Aitana Bonmatí, Mariona Caldentey, Andrea Pereira, Amaiur Sarriegi, Sandra Paños, Lucía García, Ainhoa Vicente, Nerea Eizagirre y Lola Gallardo. Siendo mayoría las integrantes del Barcelona, entre las remitentes no hay ninguna jugadora del Real Madrid… Y tampoco Alexia Putellas, Balón de Oro y que, lesionada, no volverá a jugar hasta dentro de nueve meses.

Durante la última convocatoria de la selección apareció el rumor de que varias futbolistas habían pedido a Rubiales la destitución del seleccionador, algo que la capitana, Irene Paredes, desmintió en primera persona, si bien reconoció que el ambiente en el seno del equipo nacional no era el mejor y que sentían que los resultados no acompañaban como debieran al grupo.

En el transfondo, sin embargo, ya quedó claro el divorcio entre el cuerpo técnico y la mayoría de las jugadoras, aunque después de que Vilda respondiera a todos los rumores asegurando que se sentía «con fuerzas para continuar», el propio Rubiales le confirmó en el puesto, algo que volvió a hacer con más contundencia este jueves.

España debe jugar sus dos próximos partidos, ambos amistosos, los días 7 y 11 de octubre frente a Suecia y Estados Unidos y el seleccionador, que mantiene contrato hasta 2024, deberá facilitar la lista de convocadas la próxima semana.

La guerra civil en el seno del fútbol español, que comenzó ya la temporada de mala manera con una huelga de árbitras, es una realidad a todos los niveles y a partir de esta renuncia de quince jugadoras a volver la selección falta por ver si Rubiales mantendrá el pulso y Vilda el puesto.

El comunicado de la Federación Española fue el siguiente:

La Real Federación Española de Fútbol comunica que, a lo largo del día de hoy, ha recibido 15 correos electrónicos de 15 jugadoras de la selección absoluta femenina de fútbol, casualmente todos con la misma redacción, en los que manifiestan que la actual situación generada les afecta «de forma importante» en su «estado emocional» y en su «salud» y que, «mientras no se revierta», renuncian a la selección nacional de España.

La RFEF no va a permitir que las jugadoras cuestionen la continuidad del seleccionador nacional y de su cuerpo técnico, pues tomar esas decisiones no entra dentro de sus competencias. La Federación no va a admitir ningún tipo de presión por parte de ninguna jugadora a la hora de adoptar medidas de ámbito deportivo. Este tipo de maniobras se encuentran alejadas de la ejemplaridad y fuera de los valores del fútbol y del deporte y son nocivas.

De acuerdo con la legislación española vigente, no acudir a una llamada de la selección es calificado como una infracción muy grave y puede acarrear sanciones de entre dos y cinco años de inhabilitación. La RFEF, al contrario de la forma de actuar de estas jugadoras, quiere dejar claro que no las llevará a este extremo ni las presionará. Directamente, no convocará a las futbolistas que no desean vestir la camiseta de España. La Federación contará únicamente con futbolistas comprometidas aunque tenga que jugar con juveniles.

Este hecho ha pasado a ser de una cuestión deportiva a una cuestión de dignidad. La selección es innegociable. Es una situación sin precedentes en la historia del fútbol, tanto masculino como femenino, en el ámbito español y mundial.

El presente y el futuro de España está en el potencial de las categorías inferiores y de jugadoras que este mismo verano se han proclamado campeonas del mundo sub-20 y

campeonas de Europa sub-19, además de obtener el subcampeonato de Europa sub-17 juvenil.

La selección necesita jugadoras comprometidas con el proyecto, con la defensa de nuestros colores y orgullosas de vestir la camiseta de España.

Las futbolistas que han presentado su renuncia únicamente regresarán en un futuro a la disciplina de la selección si asumen su error y piden perdón.

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