HILDEGARD VON BINGEN:
MÍSTICA, ARTISTA Y CIENTIFICA EN LA EDAD MEDIA
Gloria Chávez Vásquez
Una de las estrellas máximas, pero menos conocidas del santoral eclesiástico, Hildegard von Bingen (1098-1179} iluminó con su presencia, una época de tinieblas y sinsabores en el mundo. Como Teresa de Ávila, esta mujer extraordinaria, escritora prolífica y fundadora de monasterios, no dudó en salir del claustro, para defender la verdad ante prelados, autoridades civiles, el mismo emperador, e incluso ante las multitudes.
Escritora, teóloga, filósofa, científica, artista y compositora, es considerada, además, la madre de la historia natural. Una de las personalidades más influyentes, polifacéticas y fascinantes de la temprana Edad Media y de la historia de Occidente, Hildegard es una de las figuras más ilustres del monacato femenino. Dotada de una inteligencia y cultura fuera de lo común, personificó el ideal benedictino, como activista de reformas en pro de una verdadera moral cristiana dentro de la Iglesia.
El valor teológico de las enseñanzas de Hildegard ha sido reconocido desde un principio por la Iglesia Católica. Su vida y obra están incluidas en la compilación histórica de teólogos publicado en 1885 por Jacques Paul Migne, la Patrología Latina, le dedica su tomo CXCVII. A este interés se suma el estudio de su obra y la consideración en el ámbito de la Iglesia, así como las interpretaciones modernas de sus escritos. Dos autoras, Barbara Newman y Sabina Flanagan, hacen énfasis en el carácter femenino de la teología hildegardiana.
La Sibila del Rin
Hildegard nace en Bermersheim, en el valle del Rin. La menor de diez hijos, es considerada, según la tradición, el diezmo para Dios. A los 8 años, sus padres encomiendan su tutoría a Jutta von Spanheim quien la lleva primero al castillo de Spanheim y luego, cumplidos los 14, al claustro en Disibodenberg. Este monasterio era masculino, pero acogía a un grupo de monjas en un santuario anexo. A la muerte de Jutta, Hildegard es nombrada madre superiora (1136).
Frágil de salud, pero vigorosa espiritualmente, Hildegard escribe una carta al abad cisterciense, Bernard von Clarvaux, para consultarle sobre el origen de sus visiones, que habían comenzado a sus 3 años. En ellas no mediaba el sueño, ni el éxtasis, ni la pérdida de los sentidos, pero venían acompañadas de trastornos físicos, como debilidad, dolor y, en algunos casos, rigidez muscular. La abadesa quería estar segura de que esas visiones no eran fruto de su imaginación.
El abad de Clarvaux estudia el caso y lo presenta ante el papa Eugenio III, su antiguo discípulo. Tras su exposición ante un comité de teólogos encabezado por el obispo de Verdún, el pontífice autoriza a la mística a escribir sobre sus visiones y a hablar en público. El mismo papa lee públicamente algunos textos durante el sínodo de Tréveris y declara que tales visiones son inspiradas por el Espíritu Santo.
El reporte de la monja se convierte en el primer informe médico sobre la migraña “acefalálgica” que se conoce. Hildegard no solo documenta, sino que ilustra las coloridas visiones experimentadas desde temprana edad. Su libro Scivias (Conoce los caminos) le atraen fama en toda Europa, lo que le valió que reyes y emperadores, así como altas personalidades eclesiásticas y otros personajes de la época, la consultaran sobre diversos temas.
En De la magia a la Ciencia (1958), el historiador británico, Charles Singer considera que las visiones de la santa eran efectos de la jaqueca o migraña, las cuales producen auras visuales. Sin embargo, las visiones de Hildegard, con profundo significado teológico y filosófico, constituyen un ejemplo de cómo un hecho fisiológico, puede convertirse, para una mente privilegiada, en el substrato de una inspiración de éxtasis supremo.
A los 49 años, la religiosa funda el monasterio de San Rupert y se convierte en su primera abadesa. Años más tarde, mientras alterna la vida contemplativa con la fundación del Monasterio de Eibingen, redacta el Liber divinorum operum (1163), la tercera de sus tres obras más importantes. Su predicación gira en torno a la redención, la conversión y la dura crítica a la corrupción eclesiástica. En total son cuatro los viajes de predicación que realiza. Sus profecías son producto del cisma provocado por la elección del antipapa Víctor IV.
Escritora prolífica, médica prodigiosa
Sus obras, en alemán y en latín, incluyen una colección de Cartas, tres libros de sus Revelaciones y un comentario sobre La vida de San Benito. Es creadora de la Lingua ignota, primera lengua artificial de la historia.
Su obra médica, sobre el origen de las enfermedades y su tratamiento, Causa y cura y El Jardín de la salud, reúne las propiedades curativas de plantas, animales y minerales: La lavanda es caliente y seca, ya que tiene poca savia. No sirve para comer; tiene un fuerte olor y mata los piojos. Su olor clarifica los ojos, porque contiene en sí las virtudes de las especias más fuertes y de las más amargas. Por eso, también aleja muchísimas cosas malas y espanta a los espíritus malignos.
Hildegard demuestra un amplio conocimiento sobre el funcionamiento del cuerpo humano, herbología y los tratamientos médicos de su época, basados en la medicina desarrollada en Grecia y el mundo árabe. Sus métodos holísticos utilizan, además, los rituales religiosos en la medicina: aplicación de manos y rezos, agua bendita y exorcismos.
Para atender a las necesidades litúrgicas de su comunidad Hildegard compone la colección de cantos Sinfonía de la armonía de las revelaciones celestiales. Cultiva con entusiasmo la armonía del canto gregoriano. Percibe, en los del mundo y el ser humano, la similitud en su arquitectura, geometría y sonidos del cosmos: La alabanza a Dios dentro de la Iglesia tiene su origen en el Espíritu Santo y es conforme a la armonía celestial: El cuerpo es verdadero vestido del espíritu, el cual posee una voz viviente, para que de esta manera el cuerpo con el alma, use su voz para cantar las alabanzas de Dios.
Doctora de la Iglesia
Hildegard von Bingen muere el 17 de septiembre de 1179, a los 81 años. Gregorio IX inicia el proceso de canonización en 1227, Inocencio IV lo continúa en 1244, sin que llegue a concluirse, a pesar de las evidencias de sus milagros. Su veneración aumenta con el tiempo y su representaciones pictóricas y escultóricas son representadas en vitrales y murales eclesiásticos. Desde 1979 se han producido unos 35 discos con las canciones religiosas compuestas por ella.
Por fin, en el 800 aniversario de su muerte, Juan Pablo II se refiere a esta flor de Alemania, como profetisa y santa. Benedicto XVI la encomia como una de las grandes mujeres de la cristiandad. El 7 de octubre de 2012, durante la misa de apertura de la XIII Asamblea general ordinaria del sínodo de los obispos, Benedicto le otorga el título de Doctora de la Iglesia junto a San Juan de Ávila.
En la cultura moderna
- 1918 el asteroide (898) descubierto por el astrónomo alemán Max Wolf es nombrado Hildegard, en honor a la mística alemana.
- El cráter lunar Hildegard lleva este nombre en su memoria desde febrero de 2016.
- En Bingen am Rhein existe un museo dedicado a la vida y obra de esta santa. Allí se exponen sus escritos, así como restos de las construcciones lideradas por la abadesa y una primera impresión de 1533 de su obra Physica. Cuenta, además, con un jardín donde se encuentran las plantas descritas en sus obras naturalistas.
- En 1994 la BBC produce el documental Hildegard of Bingen para la televisión inglesa.
- Ese mismo año, la televisión alemana produce el documental Hildegard de Bingen:Una mujer del siglo XII y dedica un capítulo de la serie Los alemanes a la monja benedictina.
- El 14 de abril de 1998, el gobierno alemán puso en circulación una moneda conmemorativa del 900 aniversario de Hildegard.
- La película A Beautiful Mind, ganadora del Óscar (2001), incluye en su banda sonora, una de las canciones de Hildegard titulada Columba aspexit.
- En 2009 Margarethe von Trotta, produce y dirige la película Visión: La historia de Hildegard von Bingen.
- Hildegard es interpretada por Ángela Molina (2009) en la película italiana Barbarossa basada en la vida del emperador Federico I.
- En octubre 2013, el músico Devendra Banhart rinde homenaje al genio artístico de la monja- abadesa en su vídeo Für Hildegard von Bingen.
Hildegard es venerada por algunas de las Iglesias que conforman la Comunión anglicana, entre ellas la Iglesia de Inglaterra y la Iglesia episcopal escocesa. Tanto en la Iglesia católica como en la Comunión anglicana se la celebra el 17 de septiembre. Es la santa patrona de los esperantistas.
Gloria Chávez Vásquez escritora, periodista y educadora reside en Estados Unidos.