LA ESPERA
MELISA COSILIÓN
Volver a sentir la resignación,
ese pez que se atora en la garganta,
esperar a que pase pronto
ese ahogo en el pecho.
Yo sé que vuelo sola,
que he de volver a brillar
como roca fraguada por años…
Pero la piel se desviste
y lo ignora,
Pero los labios se muerden
y también se preguntan
¿serán esos los besos, esas las manos,
ese el sexo que habrá de compartir
en secreto la cura, la vida, la magia?
Y mientras, espero.