HOY MIS MANOS EXTRAÑAN
GUILLERMO ALMADA
Hoy mis manos
extrañan
la superficie exacta
de tu cuerpo,
el roce, apenas superficial,
de mis dedos
sobre tu piel erizada,
tus ojos entornados,
y el susurro de tu voz
repitiendo mi nombre.
Hoy mis labios
extrañan
la tersura de tu espalda,
los blancos contornos
redondeados
de tus formas,
el húmedo tañer
de las campanas
en las noches de gracia,
y tus piernas y brazos
envolviéndome,
como sujetándome
sobre tus espasmos.
Para que no caiga,
para que no me pierda
en la nada que ronda
mi cama
cuando no estás en ella.