DESNUDA
MELISA COSILIÓN
Para no sólo desnudar mi alma,
también desnudé para ti mi cuerpo.
El corazón es un ave con alas-barcas,
y en tu boca-fuelle
quise fundar la patria de mi carne.
Desnudé mi alma y mi cuerpo frente a lo tuyo,
frente a tu historia de calle,
de hombre valiente y bravo,
de hijo de una sangre antigua que no se vence
y que lucha, lucha, siempre.
No podré dormir entre tus manos,
ni acariciarte los párpados con mis sueños.
Esta dentadura de jade
no se limita al deseo sobre tu espalda,
la locura de mi pelo quiere volver
a descansar sobre tu vientre.
Pero para poder escuchar
el camino que me grita la luna, la noche,
debo callar el latido de mi pecho…
Y dejar que hable tu silencio.