RADIOGRAFíAS
COVID-19 un ente invisible ante el deporte
NORMA SALAZAR
La historia deportiva inicia como una necesidad humana ha evolucionado en numerosas disciplinas competitivas fundadas y reglamentadas hasta el tiempo contemporáneo. El deporte moderno surge más o menos en el siglo XVII en la Inglaterra, cuando la nobleza comenzó a emigrar de los centros urbanos hacia las periferias rurales, y emprende como deportes la cacería, el ejercicio hípico, el golf de dos tipos de sportsman: el amateur que realiza habilidades deportivas y los que son atletas profesionales obtienen apoyo económico por practicar una disciplina específica son en ámbito conocidos con el nombre atletas de alto rendimiento, por supuesto, existe otra directriz que acompaña a todo atleta en su camino deportivo amateur, profesional y son las enfermedades con sus corolarios.
¿Qué son las enfermedades deportivas?
Las lesiones deportivas son lesiones que se presentan durante la práctica de una actividad atlética de tipo profesional o amateur. Algunas de estas hieras acontecen incidentalmente, otras se deben a prácticas o posiciones incorrectas durante un entrenamiento una competición, o al uso incorrecto del material. Otras enfermedades que se deben tener presentes en el hábitat deportivo son las enfermedades silenciosas o como se le clasifican “asesinos silenciosos”, son enfermedades con síntomas disfrazados que dan advertencias sutiles y por ende las toman desapercibidas o inadvertidas, pero, si transcurre un tiempo considerable sin tratamiento de estas enfermedades puede ser de alerta, porque causa graves complicaciones hasta llevarlo a una muerte. Escuchamos hablar del cuerpo humano alcanzando un “gasto de energía”, o como un supuesto sinónimo de ejercicio físico.
Para los estudiosos e investigadores académicos, médicos deportivos, periodistas, comentaristas, maestros en la área deportiva, entrenadores, expertos en diversas disciplinas de alto rendimiento deportivo e interesados en la área de psicología, social, económica, científica, etcétera quedaron rebasados ante el fenómeno de salud e imparable para el ámbito de la medicina y la humanidad. Los seres humanos en pleno siglo XXI se paralizaron en todos los rubros laborales, económicos, culturales, sociales, educativos, religiosos, políticos sin comprender lo que acontecía en el planeta.
Comenzaron los medios de comunicación impresos, televisivos, en el campo del internet a presentar una extensiva información de una nueva enfermedad que se esparcía en el ambiente sin saber que agente biológico provocaba inclementes reacciones de forma rápida donde ataca el cuerpo humano; nombre del padecimiento coronavirus (COVID-19), enfermedad infecciosa avivada por el virus SARS-CoV-2.
Con este preámbulo atento lector ascendieron libros informativos especializados con temas referentes al COVID-19 no sólo en lo científico médico también otras disciplinas humanas lo han analizado en nuestros días.
Covid-19 y deporte El show debe adaptarse (2022), Agua Escondida Ediciones, Ciudad de México, coordinadores Antonio Esquivel Bernal y Armando Enríquez Vázquez, Seminario de Estudios sobre el Deporte, título dedicado a temas referentes al COVID-19 con sus consecuencias en los disimiles rubros que afectan al mundo deportivo.
La psicóloga y periodista en deportes Maritza Friné Rojas en su ensayo trastoca LA SALUD MENTAL EN TIEMPOS DE PANDEMA, reitera “Las estrellas del deporte que tanto admiramos pueden llegar a parecer invencibles y fuera de realidad, pero nunca hay que olvidar que antes que nada son seres humanos igual que nosotr@s, tienen amig@s y familia, pasatiempos y una vida fuera de las canchas, cuadriláteros, gimnasios, albercas, etc. Nada les quita sus grandes habilidades en cualquiera que sea su deporte, sin embargo, como seres sintientes pueden caer en cualquier problemática psicológica (relacionada con su entorno deportivo, social y/o familiar”.
Déjeme ser enfática, a principios de diciembre del año 2019 se detectó una enfermedad con características de neumonía con origen desconocido en la región de Wuhan, china. A raíz de esta enfermedad sanitaria se propagó a nivel mundial y sin una base científica-médica-certera se paralizó el mundo.
Las causales globales fueron inciertas a principios de su conocimiento en el hábitat del planeta, por lo que las medidas inmediatas fueron el aislamiento, distanciamiento social, la imposibilidad de acudir a lugares públicos, la dificultad de asistir al trabajo en oficinas, escuelas, universidades, asimismo los ámbitos deportivos, culturales, etcétera. Déjeme replicar, la medicina humana contemporánea comprende una serie de conjunto de movimientos para poder continuar con la rutina habitual, es una forma de actividad con planificación y sistematización con una objetivo el de mejorar o al menos de mantener lo que la sociedad de este inicio de siglo XXI ha comprendido como “condición física”
En nuestro país, México se ha observado una clara tendencia de comportamiento sedentario promovido por la mecanización creciente en las actividades laborales y poca disposición de tiempo libre, todo contribuyendo a un menor gasto de energía física y mental.
“El síndrome del trabajador quemado” el síndrome de burnout” se manifiesta por medio de agotamiento físico y mental, aunado a la pérdida de identidad y de sentir en su cuerpo y menta un vacío, esto es un síntoma psicológico que se vivió tanto en la gente común y los deportistas amateur, profesionales, la pandemia o mejor dicho ENDEMIA trastocó el hábitat del ser humano en todos los rubros sociales, culturales, económicos, geográficos, científicos y más.
Ahora bien, la economía en el deporte. ¿Qué es la economía en el deporte? Los economistas del deporte focalizan las gráficas económicas de los diversos mercados que surgen a partir de la producción del deporte X, como el mercado de ropa, calzado, aparatos para ejercitarse, gimnasios por nombrar algunos. Escribe Armando Enríquez Vázquez, egresado del Centro de Capacitación Cinematográfica, productor de televisión en diferentes medios de comunicación como MVS, Cadena 3, TVUNAM, escritor y proveedor en empresas de contenidos en NBC, ABC, Fox Sports, en su capítulo DEPORTE Y NEGOCIO SECUELAS DE LA COVID-19 “No sólo el futbol sufrió, todo el mundo del espectáculo deportivo entró en la crisis: Japón gastó más de 15, 800 millones de dólares en los Juegos Olímpicos más caros de la historia y difícilmente lo recuperarán. La Fórmula 1reportó pérdidas de 44% con respecto a 2019 y que equivalen a 380 millones de dólores. Las cuatro ligas deportivas más importantes de Estados Unidos, NFL, MLB, NHL, y NBA también sufrieron pérdidas mayores, en el caso de la NHL y NBA superiores al 10% con respecto a 2019. La NFL tuvo 5, 000 millones de dólares menos de ganancias con respecto a 2019 y una caída en la audiencia del superdomingo comparable a los números de 2007. Sin duda, una de las más afectadas fue la MLB que perdió más del 50% de sus ingresos. La Liga Española de futbol soccer tuvo casi 30% menos en ingresos que en 2019-2020 y de acuerdo con la empresa Deloitte se presume que la Liga Premier de Inglaterra perdió más de mil millones de libras esterlinas por la pandemia”
El impacto a las rutinario deportivo fue brutal, las medidas como el distanciamiento social, el impedimento de acudir a lugares públicos, la dificultad para participar con compañeros y/o familiares, y peor aún la posibilidad de no tener una fecha exacta para poder continuar con la rutina habitual, complicó para los deportistas un desentrenamiento prolongado de varios meses, conducida de la suspensión de actividad deportiva y el confinamiento. En su capítulo COVID-19. LA RESILIENCIA DEL DEPORTE, el redactor y asistente de producción en la cadena deportiva ESPN, Orlando Delgadillo acentúa “El clímax de la resiliencia deportiva encontró lugar en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio 2020 dos justas que lucían imposibles ante la magnitud de los retos: 1l mil 326 y 4 mil 530 atletas, respectivamente, concentrados en un mismo lugar, en plena pandemia. Más de 25 mil millones de dólares invertidos sin una retribución concreta, deudas con patrocinadores, gastos no previstos en pruebas y tecnología antiCovid-19; pérdidas valuadas en 15 mil 400 millones de dólares, más algunas demandas que fueron surgiendo. El 80% de la población japonesa se oponía a la realización de los eventos, según encuestas locales.”
Asimismo, no debemos perder de vista otras secuelas forjadas al perder sus rutinas coordinadas que tuvieron un estilo de vida más sedentario y solitario aunado a los perjuicios físicos, psicológicos y de salud que ello implicó. Un sinnúmero de los exámenes fueron aplicados a aquellos deportistas que contrajeron el virus revelando la presencia de variaciones respiratorias, osteo-articulares, metabólicas, endocrinas del sistema inmune, peso y presencia de inflamación cardiaca, siendo esta última una de las secuelas más peligrosas que dejó el virus, ya que este induce la inflamación de desemejantes órganos, en particular el corazón.
Por otra parte, entre los muchos desafíos que acarreó consigo esta coyuntura matiza los nuevos hábitos alimenticios de los deportistas, los cuales, como es de esperarse afectan su condición física, así como las destrezas y habilidades ya adquiridas. Así pues, al no contar con rutinas tan firmes incumbieron en crear ajustes en las mismas; no obstante en muchos de los casos no fue posible satisfacer el requerimiento para cada tipo de entrenamiento sin dejar a un lado la misma calidad del aspecto mental, para lo cual deben estar facultados para advertir todo tipo de tendencias negativas y falta de estimulación ya que estos pueden ser bastantes para devastar toda una preparación física de años. Por tal motivo, es hábito contar con psicólogos deportivos en los equipos donde estos profesionales se encomiendan de evaluar asiduamente el estado de salud mental de los atletas, asimismo les arriman el hombro a superar frustraciones o momentos de desasosiego y de tensión.
Una vez superada esta etapa se debe retomar la actividad de forma paulatina escuchando y acompañando al deportista para superar esta situación y también se debe establecer diferentes planes de re entrenamiento y acompañamiento físico y psicológico, siempre bajo estrictas condiciones de bio-seguridad de forma tal que les sea posible adaptarse al aumento gradual de las cargas de entrenamiento y así evitar insensibilidades las cuales deben ser valoradas por médicos y preparadores físicos, fisioterapeutas, nutricionistas y psicólogos especializados. Si bien, a lo largo de la contingencia el mundo ha sido testigo de nuevos jóvenes talentos, aun así, continua la incertidumbre respecto de si se retornará a los viejos hábitos de la antigua “normalidad”, o si la endemia dará lugar a una nueva etapa con distintos estilos de vida que precisarán el futuro en el deporte.
Reitero, debido al COVID-19, al cese de las actividades deportivas, el mundo deportivo se vio obligado a quedarse inmóvil, alejar a los espectadores a las comisiones de los patrocinadores y el acompañamiento para todos los deportes, así como de los torneos y competiciones deportivas principales del deporte, por ello, se buscaron nuevas alternativas para salvar los negocios deportivos, puntualiza Armando Enríquez Vázquez de forma contundente “Cada quién decidió, pareciera que de manera intempestiva, cómo enfrentar el reto para cumplir con compromisos y metas de negocio. Twitter, Youtube, Facebook, Twitch empiezan a convertirse en excelentes plataformas para la transmisión de eventos deportivos y cada vez más deportes que no consiguen cobertura en los canales abiertos o privados comienzan a recurrir a ellas.”
Termino ávidos lectores con una frase de Muhammad Ali “No cuentes los días, has que los días cuenten”
