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¿Psicoanálisis y literatura o Literatura y psicoanálisis?
NORMA SALAZAR
La literatura y el psicoanálisis son pensamientos que cavila disyuntivamente el mismo ente, es decir, la condición humana, realizan métodos similares, por supuesto, analizan las palabras para llegar a la subjetividad del ser humano. El psicoanálisis abre camino a una nueva interpretación del autor, del creador literario en todo lo que al individuo interpreta a través de su obra creativa es una nueva exégesis de la creación y las relaciones que puede salvaguardar en otras formas de expresión que transmite el inconsciente, los desahoga a través de sueños nocturnos-diurnos el mismo juego, etcétera. La función del psicoanálisis ayuda la comprensión de la mente asimismo trata los conflictos y dificultades de la psique humana; los escritores a través de sus razonamientos y conceptos vislumbran los disímiles temas y problemáticas, tanto en el ámbito literario como en el ámbito psicoanalítico, el psicoanálisis y la literatura se nutren de la riqueza de lo subjetivo la creación e interpretación de los sueños las fantasías e imaginación, esos delirios asombrosos.
Las metáforas transforman representaciones en su argumento con las palabras de un alto poder comunicativo, éstas abren la multiplicidad comunicativa para demostrar la catarsis que libera la compulsión de lo repetitivo del poder de la escritura literaria conlleva el brío de la sintaxis de la comunicación de la filiación con los personajes que se exhiben a merced de la crítica al juicio al examen a la abstracción por tanto dilata el discernimiento de sí mismo y obtiene los cimientos psíquicos en cada personaje éstos exhiben sus angustias, soledades, alegrías.
La literatura se justifica por ser expresión del ser humano a su vez es una percepción psicológica del escritor, aumenta el conocimiento mostrando directrices, orienta sentimientos, provoca identificaciones asimismo aporta construcciones éticas, morales, religiosas sin dejar pasar confrontaciones motivadas por los pensamientos individuales.
En la literatura existe una vasta influencia en los espejos sociales, culturales que vive a través de la cotidianidad cada autor, se cuestiona sobre el devenir, lo real, lo inverosímil, lo cruel, lo armonioso que lo mantiene su coherencia interna, plantea construcciones establecidas y otras nuevas según sea su discurso literario.
No coexiste un psicoanálisis ajustable al arte, todo lo contrario, el arte provee claridad sobre lo que funda el psicoanálisis, apuntó Sigmund Freud que la neurosis fue los asomos del objeto de estudio; sea neurosis, el inconsciente o el sujeto del psicoanálisis es una tesis de grafía clínico esto es una demostración enteramente lacaniano el psicoanálisis en sentido propio, solo es aplicable a un tratamiento, es decir, el sujeto que habla y escucha. Freud se le culpa de haber reducido la literatura a la expresión de la neurosis, pues asevera que el artista era sustancialmente un neurótico y que el escritor hallaba en su obra una gratificación de sus deseos insatisfechos.
En otras palabras el artista es originalmente un ser humano que se aparta de la realidad porque no se resigna a aceptar la renuncia a la satisfacción de los instintos, en primer término deja libre su albedrío, sus deseos eróticos; en su obra el autor desea ser el héroe, antihéroe sin rodeos, esta disciplina humana es innegable contacto con la vida, el ser humano se vale de ella como una de las formas para anteponer en la praxis literaria la rienda suelta de su imaginación.
A través de la historia de la literatura existe otro rubro o género que es la poesía más cercana a la ciencia de la filosofía entre los géneros literarios. Poesía viene del griego poiesis que significa creación, lo concerniente a lo poético ha cambiado a través del tiempo es un alimento espiritual que ayuda a crecer, mover emociones e ideas, a construir razonamientos y porque no una forma de defensa para un YO vulnerable más fortalecido asimismo afronta vicisitudes de la cotidianidad otras resiliencias de apoyo.
En la conferencia titulada La metáfora, Jorge Luis Borges afirmó que el psicoanálisis considera principalmente el origen de las enfermedades mentales; lo oculto, lo secreto, lo negado, lo sutil, los dobles mensajes. La función de la metáfora en la poesía; el poeta con sus palabras lo más íntimo afectivo. La confrontación requiere un tiempo para que sea efectiva, es el otro tiempo el personaje; una adecuada metáfora vence las resistencias y permite la cavilación necesaria con el desahogo de la escritura.
Termino ávidos lectores, el escritor como el psicoanalista se nutren del arte y de las otras ciencias humanas para enfrentar las esencias psíquicas del ser humano, déjeme enfatizar, es importante reconocer el sentido y su proyección de una a la otra, si no, no existe.
