BAILA PARA MÍ
GUILLERMO ALMADA
Baila para mí.
Aunque sea un minuto,
baila.
Aunque no pueda verte,
pero baila desnuda,
como cuando te conocí
y solo pude cubrirte
con mi amor.
Baila.
Mujer de Tesalónica
cuelga tu manto y
espérame dormida
que te despertaré
con mis caricias,
y descubriré los misterios
de la noche
en solo un beso.
Baila para mí,
por las costas del Egeo,
con el ronco bramido
de los barcos pesqueros.
Llévame a la patria
de Alejandro y Aristóteles,
dama de Macedonia,
pero baila para mí.
Que yo sepa que has bailado,
que yo sepa que alguna vez
me amaste, al punto
de bailar para mí,
sabiendo
que no podía verte.