Editorial

LAURA SALAMANCA L. – OCUPATE DE TUS PROPIOS ASUNTOS

TANATOLOGIANDO

LAURA SALAMANCA L.

OCUPATE DE TUS PROPIOS ASUNTOS

 

El ocuparse de sus propios asuntos es una de las cosas más difíciles del ser humano y de su aprendizaje y tristemente la cosa que mas ignora la gente. Estamos sumergidos en la sociedad y sabemos que todos somos uno y que lo que le suceda a uno puede afectar a otros, pero entre esa red de amistades, familiares y conocidos, de asociaciones sociales y de negocios, para nosotros es irresistible la sensación de aconsejar, aunque sepamos que no nos hacen caso. Querer moldear la vida de los demás de acuerdo a nuestras ideas y opiniones. Y en general nos entrometemos hasta que nos volvemos insoportables, en la vida de los demás.

Pero las lecciones de aquellos que ya han aprendido, es que el ocuparse de sus propios negocios, puede ser útil para los que buscan la verdad, aplicadas a sus propias vidas.

Tus propios negocios significan; desarrollar la conciencia, que no hay adquisición individual más grande que la de obedecer lo que en los planos mas altos es una ley. Y el dominio de sí mismo y de los asuntos de si mismo, no te preocupes por otro, trabaja por tu propia salvación.

En nuestras relaciones con los demás debemos aprender ante todo lo más grande de todas las prácticas “el no reconocimiento” el no reconocer como debilidades de los demás, pues cuando los conocemos admitimos que en nuestra propia conciencia existe aquello que reconocemos y condenamos en los demás. Como dijo Platón “lo que vemos, eso somos” recuerda que toda manifestación surge de una semilla espiritual plantada en el individuo por el amor divino, y que, al pasar por la conciencia oscurecida del ignorante, la semilla se deforma y embota, brotando quizás como un crimen.

Si no llegamos a adquirir una conciencia tal que, por razón de su misma luz radiante, no vea, ni pueda ver las oscuridades de los otros, por lo menos podemos entrar en la práctica de “no resistencia”

Por el hecho de que una acción o una opinión no se encuentre exactamente de acuerdo con nuestro concepto de lo que es correcta conducta, no nos precipitemos en el acto a la pelea, a la resistencia. Entonces ocupémonos de nuestros propios asuntos y no permitamos que una opinión o una acción ajena se nos meta dentro de la piel y nos irriten.

En realidad, no nos irrita lo que otro hace, sino nuestro reconocimiento de ese hecho y nuestro antagonismo a él. De ahí que la irritación nuestra no le hace daño alguno a otro, sino que es a nosotros mismos a quienes hace sufrir por haber permitido que penetre algo debajo de nuestra piel, que lo reconozcamos, que lo veamos. De ahí que nuestra practica en cada instante del día debe ser la de ver a los demás con “La Luz”. Con el ojo interno debemos penetrar a través de la apariencia de los demás, a su ego verdadero el que realmente es nuestro propio ego dentro de ellos.

Pero claro que no es nada fácil. Pero podemos llegar a hacerlo ocupándonos de nuestros propios asuntos.

 

 

“No podemos juzgar la vida de los otros, ya que cada persona conoce su propio dolor y sus propias renuncias. Una cosa es sentir que estas en el camino correcto, pero otra es pensar que el tuyo es el único camino”.                                                                                                                           Paulo Coelho

 

“Todos encontrarían su propia vida mucho más interesante si dejaran de compararla con la de los demás”.                                                                                                                                             Henry Fonda

 

 

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