Editorial

El dramaturgo Jean Genet y su complejidad – NORMA SALAZAR

RADIOGRAFÍAS

El dramaturgo Jean Genet y su complejidad

NORMA SALAZAR

El teatro de Jean Genet es un purgante donde observamos y escuchamos nuestras recónditas ofuscaciones, disconformidades raciales, predisposiciones sociales y de género son depurados en un destino de celebración modificada en la que los humanos marginales son enaltecidos a semidioses para después ser demolidos, pujanza a una audiencia a depurar su odio por la raza de color negro, los homosexuales, prostitutas, árabes, sirvientes, criminales. La representación de confrontación  es una particularidad en la dramaturgia de Genet.

Tal como señala Genet la puesta en escena es su medio de comunicación el espacio ideal para desenmascarar a la sociedad, mostrar su horrible apariencia; el espectador se cuestiona sus bajos instintos por ende la relación con el espectador o público asistente es conflictiva, por otro lado, eso no excluye el hecho de que finalmente sus obras tengan efectos positivos al contrario el público asiste al teatro donde se ve al descubierto, se quita la máscara reconoce su horrible espejo ante la sociedad.

Ahora bien, sus obras parecen declaratoria política, reclamo en lo concerniente de la sociedad contemporánea, sí, odio de clases sociales y explotación, represión, sometimiento, abuso en los conflictos raciales y la liberación del Tercer Mundo es por ello que su dramaturgia es motivo de diversos estudios de análisis sociológicos, éstas diplomacias sociales son artificiales con necesidad humana tan eficaz que ningún precepto social puede estar cimentado en la realidad.  Les Paravents (1956) es una representación de juegos y su máxima arma la subversión. El teatro realista crea una ilusión porque el público que asiste piensa que está concurriendo a una escena de la vida privada como un espectador invisible, es más intimista que no interviene sobre el escenario, es decir, en el drama.

La obra Les Paravents del autor francés  Jean Genet  matiza la relación conflictiva entre sujetos dominados y la cultura occidental que ejerce el dominio en los  rubros político, social, deportivo, económico, cultural, ideológico, deportivo, etcétera, no sólo manifiesta la problemática entre el colonizador y el colonizado, déjeme enfatizar, centra el drama con un verdadero problema racial el contexto es la posición absoluta y clara de una inferioridad donde se cuestiona la identidad del ser humano. Reitero, desigual imagen que construye una identidad del ser humano del otro, el clímax es la relación del tema racial. Un problema de identidad y escenificación un estereotipo con acontecimientos atroces entre el hombre blanco y el hombre negro, presenta el dramaturgo como un  ritual que llevan a cabo se invoca simbólicamente a África, llama a todos los negros del resto del mundo en un largo conjuro.

“¿Estáis allí, África de muslos arqueados, de cadera oblonga? África burlona, África trabajada en fuego, en hierro, África de los millones de esclavos reales, África deportada, continente a la deriva ¿estás allí? Lentamente os desvanecéis, retrocedéis en el pasado, los relatos de náufragos, los museos coloniales, los trabajos de los sabios, pero esta noche os convoco para asistir a una fiesta secreta”

Les Paravents la obra es un retrato de todos los desterrados de la sociedad, una vez más, los condenados, los delincuentes privados a falta de una oportunidad de participar en el mundo real, otra directriz idealizan sus esperanzas de culpa y de venganza incluyendo el juicio y la ejecución de los traidores.

Una tremenda subversión al configurar  una posición inferior que silencia y obliga a estar inmóvil sin derecho a réplica es su condena a una posición inferior.

Les Paravents es un drama aterrador, violento y agresivo, la violencia no acontece en el nivel interno de la acción sino que se da a través del lenguaje en su discurso de los personajes, la violencia está en la reacción de cada acción de los personajes. La escena es directa para atacar al público presente a través de su reacción el espectador es trastocado a su interior humano.

Genet  antes de ser escritor protestaba contra la sociedad, su revuelta estética la muestra a través de su teatro, al mismo tiempo su lenguaje es acción de protesta y escoge perfectamente en sus personajes.

“La ciudad del colono es una ciudad dura, toda de piedra y hierro. Es una ciudad iluminada, asfaltada (…) La ciudad del colono es una ciudad harta, perezosa, su vientre está llenos de cosas buenas siempre. La ciudad del colono es una ciudad de blancos, de extranjeros. La ciudad del colonizado, o al menos la ciudad indígena, la ciudad negra, la “medina” o barrio árabe, la reserva es un lugar de mala fama, poblado por hombres de mala fama, allí se nace en cualquier parte, de cualquier manera. Se muere en cualquier parte, de cualquier cosa. (…) La ciudad del colonizado es una ciudad hambrienta, hambrienta de pan, de carne, de zapatos, de carbón, de luz”

Termino ávidos lectores con una línea precisa de Wilton Gombrowicz referente a su obra

“Es capaz de convertirla fealdad en belleza y lo sórdido y siniestro en poesía”

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