RADIOGRAFÍAS
La tumba sin nombre
NORMA SALAZAR
Un Gran Incendio ocurrió en la vigorosa Londres por el año 1666 arrasando todo a su alrededor incluyendo la añeja iglesia de St. Mary Colechurch, nunca se volvió ni un rastro de ella quedó, nunca se volvió a reconstruir tampoco aquella tumba desértica del innombrable espía. Todo quedo en polvo para la posteridad. Aquél hombre vivió sus últimos años en la miseria tratando de limpiar su nombre.
La vetusta Inglaterra era implacable con sus leyes por lo que fue condenado por su ateísmo y acusado por la muerte del bardo Christopher Marlowe creían que era un insidioso de la Corona.
Fue torturado con cizaña para incriminar al dramaturgo de época dorada como fue Marlowe, sí él innombrable lo inculpó por herejía, blasfemia, sodomía y alta traición.
Los hechos ocurrieron un 11 de mayo del año 1593 el Consejo Privado dio una orden irrevocable para arrestar a ciertos libelos lascivos y sediciones que hacían propaganda en Londres, fueron dos que llamaron a declarar principalmente ante el Consejo Privado de su Majestad para responder a estas acusaciones.
Christhopher Marlowe ilustre autor y espía fue citado a declarar ante el Consejo Privado de Su Majestad para responder por estas acusaciones en su contra, pero, antes de que hubiera una declaración de su parte el infortunio se le adelantó fue asesinado en una taberna de Deptford, este asesinato tuvo profusos vaticinios por la conspiración en aquel tiempo involucrando a varios agentes gubernamentales muy conocidos. Mientras el otro huésped que pertenecía la tumba sin nombre fue arrestado tras ser delatado por otro compañero donde se alojaba habían encontrado clara evidencia quedando al descubierto y asentándolos como “libelos” asimismo se halló un tratado concerniente al arrianismo detallado por un investigador anónimo argumentando “viles presunciones heréticas que niegan la deidad eterna de Jesucristo” también fueron encontrados documentos de Thos.
El prisionero desconocido afirmó que tenía por compañero de habitación a un hombre cuyo nombre era C. Marley afirmó en su interrogatorio que era un blasfemo, un ateo un traidor. Marlowe y Él estaban en el lugar y momento equivocado. Se descubrió que Él innombrable entre los años de 1587 a 1593 trabajó para algunos nobles como el Conde de Sussex, el Lord Strange, el Conde de Oxford (Edward De Vere, decimoséptimo), y el Conde de Pembroke.
Poco tiempo después de ser encarcelado fue liberado aunque quedó asentado como un sujeto sospechoso de ateísmo, en aquel momento Lord Guardián, Sir Jhon Puckering protestarían por su inocencia pero sus reclamos fueron en vanos.
Ejercía otros trabajos uno de escritor y secretario privado al servicio de un noble de cuya identidad se mantenía en absoluta secrecía, esto duro muy poco tiempo porque amable lector déjeme enfatizar esta lamentable suceso no volvió a tener una vida normal en los castillos ni en las villas aristocráticas, con su reputación arruinada sin mecenas trató de recuperar su dignidad su buen nombre e integridad.
Escribió una obra excelsa titulada Cornelia a principios del año 1594 con una dedicatoria para la Condesa de Sussex “Tiempos amargos y las pasiones privadas quebradas” sus días estaban marcados, sucumbió y falleció a la edad de 35 años en ese año fatídico de 1594.
