La cantante irlandesa Sinéad O’Connor, conocida tanto por su música como por su vida privada, murió a los 56 años, según reportó este miércoles RTE, la emisora pública de Irlanda.
La noticia de su muerte fue confirmada por RTE, que compartió un comunicado familiar:
«Con gran tristeza anunciamos la muerte de nuestra querida Sinéad. Su familia y amigos están devastados y han pedido privacidad en este momento tan difícil».
No se informó sobre la causa de muerte.
CNN se ha comunicado con representantes y familiares de O’Connor.
Su carrera musical
La artista lanzó su primer álbum, «The Lion and the Cobra», en 1987 y obtuvo un gran éxito entre la crítica. Sin embargo, fue el segundo álbum de O’Connor, «I Do Not Want What I Haven’t Got» en 1990, el que le abrió camino como una cantante muy conocida.
Su interpretación de la canción de Prince «Nothing Compares 2 U» saltó al número 1 en 1990, impulsada por el video musical que mostraba a la artista con el pelo muy corto y un suéter de cuello alto.
La canción recibió varias nominaciones a los premios Grammy y se llevó los galardones de MTV al video del año y al mejor video de una artista femenina.
En los años siguientes, O’Connor protagonizó varias polémicas, entre ellas la vez que rompió una foto del papa en el programa “Saturday Night Live”, cuando se convirtió en sacerdote de un grupo católico y las ocasiones en las que recurrió a las redes sociales para ventilar sus problemas personales y arrebatos.
En los últimos años, O’Connor habló abiertamente sobre su lucha contra la adicción y la salud mental, y detalló su experiencia en sus libro de memorias de 2021 «Rememberings».
La música, un refugio para Sinéad O’Connor
O’Connor nació en 1966 en Dublín, y con frecuencia habló sobre su infancia difícil al ser la tercera de cuatro hijos. Su madre, compartió, era problemática y abusiva.
“Ella solía ir a las casas que estaban en venta solo para poder robar”, declaró O’Connor a The Independent en una entrevista de 2013. “Supongo que era divertido, en cierto modo, sin que lo fuera en absoluto. Ya sabes, ella iba a los hospitales y quitaba los crucifijos de la pared”.
O’Connor contó que su madre, quien murió en un accidente automovilístico cuando la cantante tenía 19 años, «no podía evitarlo, que Dios la tenga en su gloria». También dijo que ella misma comenzó a robar como una forma de apaciguarla.
“Era una enfermedad”, dijo la cantante. “Y eso era parte de lo que estaba pasando en casa: yo robaba para apaciguarla».
A Sinéad O’Connor la enviaron a un reformatorio cuando era adolescente, luego de que la atraparan robando en una tienda. En ese momento, recurrió a la música en busca de consuelo y a la edad de 15 años la descubrió el baterista de la banda In Tua Nua mientras ella cantaba en una boda.
Dejó el internado a los 16 años y luchó por mantenerse a sí misma con el canto, antes de mudarse a Londres. Allí trabajó con The Edge, el guitarrista de U2, en la banda sonora de la película de 1986 «The Captive», mientras también preparaba su álbum debut.
Cuando se abrió paso en el mundo de la música con su segundo álbum, O’Connor ya era madre y había dado a luz a Jake, el hijo de primer matrimonio con el músico John Reynolds. Luego tuvo otros tres hijos: Roisine, con su segundo esposo el periodista Nick Sommerlad; Shane, de una relación con el músico Donal Lunny, y su hijo Yeshua de una relación con el empresario Frank Bonadio.
Una vida marcada por las polémicas
Las controversias de Sinéad O’Connor ensombrecieron su carrera y su vida personal.
En 1990, boicoteó su presentación en el programa «Saturday Night Live» al protestar contra el plan de que Andrew Dice Clay fuera el anfitrión, y se quejó de que su humor era tanto misógino como homofóbico. Ese mismo año, el cantante Frank Sinatra dijo durante un concierto que le gustaría «patearle el c***», por la política declarada de O’Connor de que no permitía que se tocara el himno nacional en sus espectáculos.
Ese mismo año, cambió su nombre a Magda Davitt para «liberarse de maldiciones paternas”. En 2018, cambió su nombre nuevamente a Shuhada ‘Davitt, después de anunciar su conversión al Islam tras una serie de publicaciones en ese momento que incluían a O’Connor cantando el llamado islámico a la oración.
La cantante luego lanzó su libro de memorias en 2021 titlado “Rememberings”, donde contó su historia de “haber crecido en una familia que se desmorona; sus primeras incursiones en la escena musical de Dublín; sus aventuras y desventuras en el mundo del sexo, las drogas y el rock’n’roll; la realización de ser madre; su búsqueda espiritual continua y, a pesar de todo, su pasión permanente por la música”, según una sinopsis oficial.
Al año siguiente, el hijo de 17 años de O’Connor, Shane, murió después de haber desaparecido. En ese momento, ella compartió una secuencia de breves declaraciones en su cuenta de Twitter diciendo que su hijo “decidió poner fin a su lucha terrenal” y lo llamó “la luz misma de mi vida”.
A O’Connor la hospitalizaron una semana después de la muerte de Shane, luego de que publicara varias declaraciones en sus redes sociales describiendo sus planes de quitarse la vida y expresando su culpa por la muerte de su hijo. Más tarde envió a sus fans una disculpa por las publicaciones alarmantes y aseguró a sus seguidores que estaba buscando ayuda.
Tras conocerse la noticia de su muerte, el líder irlandés Leo Varadkar rindió homenaje a O’Connor.
“Realmente lamento enterarme del fallecimiento de Sinéad O’Connor”, escribió Varadkar en Twitter.
“Su música fue amada en todo el mundo y su talento fue inigualable e incomparable. Mis condolencias a su familia, sus amigos y todos los que amaban su música”, agregó.