TENGO EL CUERPO VACÍO
GUILLERMO ALMADA
Tengo el cuerpo vacío,
todos tus muertos crujen
en mis costillas,
Colombia, la entrañable.
Cargo en la espalda
a tus desaparecidos,
los torturados de Molano.
Las noches de la angustia,
como cueva del bandido,
un Duque ciego
que no quiere ver
ni darse cuenta.
Hay un coro de voces
que parece que canta,
pero no.
Son letanías lauretanas,
pidiendo la aparición con vida,
la resurrección, y la justicia.
Se han puesto de pie
todos los poetas,
y han salido a las calles
con poesías de acero,
escudos de palabras.
Es el nuevo lenguaje de los ancestros.
El conjuro está hecho,
¡Amando venceremos!
Todos en las calles,
con el puño cerrado, en alto,
unidos, en el grito,
a las voces de los muertos.
¡Vamos! que Colombia puede
mejorar su destino,
resucitar los viejos sueños,
desterrar al olvido
a los sepultureros,
y llenarse los cuerpos.