BAJO LA CAMA
MELISA COSILIÓN
Mi cuerpo encendido
es una simulación simple,
una pequeña flama
que se mantiene ardiendo
mientras llega la noche.
Siente el temblor
de esa hoguera
bajo tu almohada,
recibe el espasmo
de lenguas rojas
en tu espalda descubierta.
Es probable que no
ame las cenizas del alba,
que se discurra la llama
entre los ojos abiertos
de las ventanas.
Pero hoy, amor mío
que ignoras el fulgor
de mi fuerza quemante,
sigue en tu sueño disperso.