TRANSPARENCIAS
MELISA COSILIÓN
En esos días en que las letras
quedaron absortas y quietas
mirándome desde el pecho,
hubiera sido tan fácil leerlas
a través de las transparencias
en mis costillas;
observar el ir y venir
de los astros insomnes,
de los recuerdos vagos
punzados en las rodillas.
Pero la saliva se tornaba espesa,
el ardor continuo en la boca
del estómago enlutado…
Un sábado todo cubierto
por la bruma con humo
que no dejaba espacio al aire .
Luego, un día, una hormiga negra,
un pájaro cantante
y una tijera que abrió desde el vientre
la vida de tinta que corría
por mis manos;
saliendo por los poros también,
la tibia medicina de las letras.