PROMESA
MELISA COSILIÓN
Escribiré poesía
habitando todos los rincones,
contemplando con ansia
tu exceso de naturaleza.
Sabré tocar con la lengua
los hilos que tejen
la trama y la enredadera,
la parpadeante centella
que vibra en tu pecho.
Hay una veta escondida
tras el pasillo de los muslos,
en tus labios de roca ígnea,
en su corteza primitiva.
Prometo besarla y recibirla
noche anoche, día a día,
beber las notas de tu cansancio
que emerge sonoro
hacia la quietud de la noche.