POR PLANOS PARALELOS
GUILLERMO ALMADA
Esta inconsciencia del ser receptivo.
Esta implicancia sonora,
como un reverberar del sentimiento.
Un “no darse cuenta” distraído
que me habita, me puebla, y manifiesta
como un ronroneo amplificado.
El desconocimiento de los límites.
Tanto como el miedo a mostrar las heridas.
El deseo de la contigüidad
con la certeza de saber dónde termina,
para no lastimarnos, ni agredirnos.
La teoría de la libertad del pensamiento
entre dos mundos que cohabitan.
Desarrollarse y expandirse
sin la violencia de la colonización.
Quién mejor que yo, sabe que amarte,
es amar, también, tu contingencia.
Quién mejor que tú, sabe que rodearte
con mis brazos nunca puede ser sitiarte,
y recorrerte con mis besos,
jamás será invadirte, ni usurparte.
Hay cierta consistencia que nos involucra,
una materia hiperbólica
en donde estamos contenidos.
No es gas, no es líquido, ni es sólido, es etéreo,
y nos traslada, por planos paralelos,
unidos por el alma, hace siglos.