Editorial

LAURA SALAMANCA L. – LA CONFIANZA Y EL AMOR

TANATOLOGIANDO

LAURA SALAMANCA L.

LA CONFIANZA Y EL AMOR

 

Mucho se ha hablado y escrito sobre la confianza y el amor, acerca de si uno puede construir una relación amorosa, basada en la confianza y contestaríamos que sí, pero el autor de este pensamiento piensa lo contrario, ya que dice “es muy lindo si tengo confianza y amo a alguien” pero si no siento así ¿Qué puedo hacer? Y dice: confianza y amor son mis respuestas emotivas hacia otra persona y esas respuestas no pueden inventarse. O siento amor, o no lo siento. Todo el énfasis puesto sobre la confianza y el amor resulta para mucha gente fingir que se siente confianza y amor “porque es saludable y proporcionará intimidad, honestidad, etc”., creando un nuevo terreno a la falsedad y deshonestidad de su comportamiento.

La honradez, sin embargo, es un comportamiento y algo que puedo elegir o no. No puedo decidir amar o confiar pero si puedo decidir ser honesto o no. Y cuando decido que si quiero ser honesto, digo lo que siento y estoy demostrando que pueden confiar en mí, pero para poder hacer esto, primero necesito ser honesto conmigo mismo, tomar contacto con mi vivencia y hacerme responsable de ella, comunicándola. Es el único tipo de comportamiento que puede motivar confianza.

Confianza es mi respuesta a una persona que conozco y a la que sé que puedo creerle si es honesta conmigo y puedo respetar su deseo de ser honestamente como es.

Cuando me respeto y tengo suficiente confianza en mí, como para ser honestamente yo mismo, los otros responden con confianza y respeto.

Así mismo la honradez no siempre obtiene amor en respuesta pero es absolutamente esencial para el amor. Cuando soy honestamente yo mismo, y tú reaccionas cálidamente y con interés, entonces existe amor, pero si calculo y me comporto falsamente a fin de complacerte, puede que tú ames mi comportamiento, pero no puedes amarme a mí, porque oculto mi existencia real detrás de ese comportamiento artificial. Aun si amaras mi comportamiento ficticio, no podría recibir realmente tu amor: estaría enviciado por la certidumbre de que ese amor es para la imagen que he creado y no para mí, además tendría que estar continuamente en guardia, para asegurar la conservación de tal imagen y de ese modo impedir que desaparezca tu amor, y puesto que me aislé de tu amor de tal manera, me sentiré mas solo y sin amor e intentare manipularte y manipularme más desesperadamente todavía para conseguir ese amor.

Es la trágica falacia de todo comportamiento, basado en la fantasía y las imágenes, basado en la intención y el manejo.

Siempre que me maneje para obtener cierta respuesta o reacción de parte tuya, sé que tu respuesta no estará dirigida a mí, de modo que es muy poca la satisfacción que me brinda.

Y es tanto el esfuerzo para lograr una respuesta, que nunca puedo disfrutar realmente. Por el contario cuando honestamente soy yo mismo y tu reaccionas ante mí, tal como soy en ese momento, puedo recibirlo completamente y saber de la satisfacción de estar relacionado realmente contigo.

Sin embargo este modo de relacionarse honestamente no siempre es agradable o feliz. A veces es triste, otras enojoso, etc., pero es siempre consistente y real, vitalmente vivo.

La comunicación es muy simple en términos del darse cuenta. Tengo que darme cuenta de mi propia existencia y mis experiencias y tengo que enviar mensajes claros sobre mi darme cuenta sobre mis sentimientos, necesidades etc. y tengo            que estar alerta también a los mensajes que mi interlocutor transmite, abriéndome para recibir su expresión de su darse cuenta.

Una buena comunicación es necesaria, porque con frecuencia necesito de otra gente para satisfacer mis deseos y necesidades ya que la otra gente es la fuente de mis mayores alegrías y buenas experiencias, tanto de necesidades cotidianas y básicas, tales como comida, techo etc.

Cuando tú y yo estamos realmente en contacto con nuestro vivenciar y ambos lo expresamos directamente, no hay problemas en comunicarse. Los problemas surgen cuando nuestras palabras son utilizadas para otros propósitos que no sean una clara comunicación del darnos cuenta.

Las palabras suelen emplearse para castigar, tranquilizar, manejar, confundir, hipnotizar, ocultar, adormecer, dominar, implorar, pedir, rechazar, engañar y para tantas cosas más.

John Stevens

Que nuestra misión será comunicarnos lo más certeros que podamos para evitar tantos conflictos que existen en la actualidad por la falta de comunicación y dejarnos ver como realmente somos.

 

 

 

Estamos tan acostumbrados a disfrazarnos para los demás, que al final, nos disfrazamos para nosotros mismos

François de la Rochefoucauld

 

El secreto de la vida es la honestidad y el juego limpio, y si puedes simular eso, lo has conseguido

Groucho Marx

 

 

lauhipnosis@gmail.com

 

 

 

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