Una cumbre de alto perfil en Bruselas se propone mostrar este jueves que la energía atómica, promocionada por sus defensores como clave para luchar contra el cambio climático, regresa con fuerza en Europa.
Después de años en que Alemania marcó la tendencia al abandonar gradualmente los reactores nucleares, otros países, encabezados por Francia, impulsaron una regulación más complaciente que puso nuevamente a la energía nuclear en la agenda de la Unión Europea (UE).
El argentino Rafael Grossi, director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), que organiza la reunión de esta semana en Bruselas, es uno de los principales defensores de la energía nuclear como una “fuente de energía limpia y fiable”.
En opinión de Grossi, existe “una creciente comprensión de que la energía nuclear es una parte indispensable de la solución a algunos de los desafíos globales más apremiantes de nuestro tiempo”.
La primera cumbre que la OIEA organiza en la capital belga contará con la participación de representantes de unos 50 países, incluyendo a Estados Unidos y China.
En 2021, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, sorprendió a muchos al apuntar que la UE necesitaba la energía nuclear como “fuente estable” de energía, y la UE pasó a incluirla en su lista de inversiones “sostenibles”.
En ese contexto, Francia se empeñó en forjar una “alianza nuclear” para tener influencia en esa nueva política energética europea.
En junio del año pasado, ese impulso logró un éxito notable, al hacer que la UE incluya la energía nuclear como un medio para producir hidrógeno con muy bajos niveles de emisiones de carbono.
Finalmente, la UE incluyó la energía nuclear en su hoja de ruta para alcanzar sus objetivos climáticos, y en febrero lanzó una alianza industrial para acelerar el desarrollo de pequeños reactores modulares (SMR).
100 reactores en marcha
La UE cuenta actualmente con unos 100 reactores nucleares operativos en 12 países. Así, la energía atómica es responsable por aproximadamente un cuarto de la electricidad producida en el bloque y casi la mitad su energía libre de carbono.
Alrededor de 60 reactores se encuentran en distintas etapas de planificación o construcción, un tercio de ellos en Polonia.
Massimo Garribba, director general adjunto del departamento de energía de la Comisión Europea, dijo en una conferencia el lunes que había visto un “cambio de actitud” por parte de varios miembros de la UE en los últimos 18 meses.
La alianza nuclear liderada por Francia dice que “el impulso debe convertirse ahora en un marco europeo integral y propicio para el desarrollo nuclear”, incluidas las normas para su financiación
Los miembros de esa alianza quieren que la energía nuclear y las energías renovables estén en estricta igualdad sin “discriminación” en lo que se refiere al objetivo del bloque de alcanzar la neutralidad de carbono para 2050.
La postura de Francia es un anatema para activistas ambientales y para países de la UE como España, Austria, Alemania y Luxemburgo, que juntos forman una alianza de “Amigos de las Energías Renovables” dentro del bloque.
“Nunca hemos pensado en mezclar o intercambiar energías renovables y nucleares”, dijo en diciembre Teresa Ribera, ministra de Energía y Clima de España.
Sven Giegold, secretario de Estado alemán de Economía. dice que la promesa de la energía nuclear sigue siendo en gran medida “teórica”, con muchos proyectos en etapa de planificación.
Para el eurodiputado francés Christophe Grudler, los pequeños reactores SMR serán una realidad en 2035, y los reactores de nueva generación, en 2040.
“Todavía queda un largo camino por recorrer, pero es ahora cuando necesitamos crear el marco y los planes de financiación”, que seguramente serán colosales, dijo.