PERDIDA
MELISA COSILIÓN
El camino del sol
cuando transita hacia la noche
se deshace en tus cabellos,
rayos salvajes.
Se detiene en la recta
perfecta de tu rostro,
raíz de muertes pequeñitas.
Siéntate a mi lado
como aquella tarde de junio,
como en esa mañana de mayo
y sonríe con tus dientes maduros
que me nublan y remuerden mi ropa
cuando me pierdo en el río
y nado discreta y perfumada
al silencio que habita tu cabeza.