España, Irlanda y Noruega oficializaron este martes su reconocimiento de Palestina como Estado, una decisión que provocó la indignación de Israel, que acusó al presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, de ser «cómplice de incitación al asesinato del pueblo judío».
Este reconocimiento es una «necesidad» para «lograr la paz» entre israelíes y palestinos, además de ser «una cuestión de justicia histórica» para el pueblo palestino, defendió Sánchez en una breve declaración en español y en inglés.
Esta decisión no se adopta «contra nadie, menos aún en contra de Israel, un pueblo amigo (…) con el que queremos tener la mejor relación posible», indicó, añadiendo que reconocer el Estado palestino refleja el «rechazo frontal, rotundo , a Hamás, que está en contra de la solución de los dos Estados».
El gobierno español hizo oficial su decisión aprobando un decreto en un consejo de ministros, señaló la portavoz del ejecutivo, Pilar Alegría.
En un mensaje publicado en español en la red social X, el ministro israelí de Exteriores, Israel Katz, acusó a Sánchez de ser «cómplice de incitación al asesinato del pueblo judío» con el reconocimiento del Estado de Palestina y mantenerse en su puesto a la número tres de su gobierno, Yolanda Díaz, quien afirmó recientemente que «Palestina será libre desde el río hasta el mar».
Este eslogan hace referencia a las fronteras de Palestina bajo mandato británico, que se extendía desde el río Jordán hasta el Mar Mediterráneo, antes de la creación del Estado de Israel en 1948.
Sus detractores, en particular el gobierno israelí, lo interpretan como un llamamiento a la eliminación de Israel.
Israel «lleva muchos días con provocaciones, con bulos deleznables en redes sociales hacia nuestro gobierno», el de Irlanda y Noruega, afirmó el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, quien dijo que los tres países darán «una respuesta coordinada, serena y firme» a estos «ataques» y «provocaciones».
División en la UE
El reconocimiento fue anunciado el pasado miércoles de forma coordinada por Sánchez y sus homólogos irlandés y noruego, y fue oficializado por los tres países este martes.
Los tres países europeos –si bien Noruega no pertenece a la Unión Europea– quieren que esta iniciativa de alto significado simbólico lleve a otros Estados a imitarlos.
Noruega y España jugaron un papel en el proceso de paz de los años 1990 en el Oriente Medio. Madrid acogió una conferencia de paz árabe-israelí en 1991 que abrió el camino hacia los acuerdos de Oslo de 1993.
No obstante, el reconocimiento de Palestina como Estado, algo que podría hacer próximamente Eslovenia, suscita división dentro de la UE.
Para Francia, por ejemplo, no es buen momento de hacerlo, mientras que Alemania consideraría dar ese paso como resultado de negociaciones directas entre las partes en conflicto.
Con España, Irlanda y Noruega, el Estado de Palestina pasará a estar aceptado por 145 países de los 193 estados miembros de la ONU.
Una lista de los que están ausentes la mayoría de los países de Europa Occidental y América del Norte, Australia, Japón e incluso Corea del Sur.
La decisión de Madrid, Dublín y Oslo indignó a Israel y las tensiones han ido en aumento en los últimos días.
El canciller israelí, Israel Katz, anunció el lunes «medidas punitivas» contra el consulado de España en Jerusalén, al que instó a dejar de atender a los palestinos a partir del 1 de junio.
Su gobierno calificó el reconocimiento de «recompensa al terrorismo» de Hamás, cuyo ataque del 7 de octubre en el sur de Israel desató la guerra en la Franja de Gaza.
Los comandos islamistas mataron a más de 1,170 personas, en su mayoría civiles, según un balance de la AFP basado en datos oficiales israelíes.
En respuesta, Israel prometió «aniquilar» a Hamás y lanzó una ofensiva contra Gaza, que dejó hasta el momento más de 36,000 muertos, en su mayoría mujeres y niños, según el Ministerio de Salud de este enclave gobernado por el movimiento islamista.