RADIOGRAFÍAS
ANAMORFOSIS
NORMA SALAZAR
¿Cómo hay que analizar el posesivo que une al sujeto con el psicoanálisis?
En tal caso, se conocería del sujeto del que habla en el psicoanálisis y al cual “continuidad”, referente del cuál éste establece su saber y su práctica. A menos que se describa al sujeto que solicita o incluso que rige su racionalidad psicoanalítica: en cuyo caso ese posesivo tendría un doble filo puesto que el psicoanálisis, no sólo obtendría al sujeto sino que estará literalmente poseído por éste, es decir, se revelaría su existencia.
El malestar en la cultura, libro esencial en la medida en que constituye el punto del análisis freudiano acerca la premisa, la estructura libidinal de la civilización y sus instituciones, ideales, quimeras que promueven. El psicoanálisis de las masas y el análisis del YO señalan perfectamente aquello que se revela en el fenómeno de masas, no es un racionamiento de azar sea individual o colectivo. El sujeto es el de su inconsciente que rige en el entorno del OTRO, es el universo del lenguaje.
La existencia del lenguaje como extensión determinada de lo humano accede para un mejor entendimiento desde la reflexión freudiana de la cultura, escribió Sigmund Freud una carta dirigida al psiquiatra suizo Ludwing Binswanger:
“No hay nada para lo cual sea menos apto el hombre, por su organización, que para el psicoanálisis”
Entonces la formación social que se compone a partir del imperativo de reparación del goce que es la figura del padre, en la medida en se constituye como una evocación de presencia vital, no es más que manifestar el lugar de una falta, una ausencia. La nostalgia del padre es nostalgia de ese amor, un sentimiento que interviene justamente entre todos, ahora bien, el amor tiene una sumisión que se vincula de una creencia, es necesaria e imprescindible para forjar el orden simbólico de un TODO, un espacio donde está el objeto preciso, el BIEN de todos.
Déjeme ser enfática atento lector, el organismo solicita que exista un objeto que tome el lugar del IDEAL, para Sigmund Freud esta abstracción es ineludible para el surgimiento del amor, cuya situación es realizar como mortero que enlaza al grupo, pero todo amor es en primer término súplica de amor, en este sentido la sociedad en general se basa en un espejismo del padre que ama por igual a todos sus hijos quienes aman al padre, es el objeto de hacerse amables, dignos de su amor y por ende sometidos a sus exigencias. El acatamiento por amor al amo –rendición generada por la necesidad de concebir la existencia de otro completo que domina el secreto de la dicha que el sujeto ambiciona y del que padre es el aval- una unidad cardinal de la reflexión freudiana.
¿Qué es la hostilidad del OTRO?
La hostilidad frente al OTRO es ulterior a todo lazo social posible, así que la existencia es una hipótesis insostenible, el sentimiento social respira en el cambio de un sentimiento primero hostil, de índole de una caracterización, el lazo social no desciende de un instinto natural sino que es consecuencia de la mesura de una ofuscación que se está ubicada en el corazón mismo del deseo humano y que es mucho más que la simple resistencia de defensa propia del individuo en peligro.
La agresividad revela así la existencia de una pulsión humana antagónica con toda búsqueda de conservación, sin embargo es indisociable de la lógica del orden simbólico que se impone sobre el mundo natural, para Freud era el resultado de una premisa como se refiere a continuación:
“En suma erramos juzgando a los hombres “mejores” de lo que en realidad son”
Termino ávidos lectores, el estudio y ética del psicoanálisis es discurrir para conocer a nuestro OTRO YO. Cumple un objetivo importante, como lo señaló en su momento Jaques Lacan
“El psicoanálisis es un síntoma. Sólo hay que comprender síntoma de qué”