Erika Mitzunaga
Conversaciones del Taller Malix
Tema 4: Respuesta apócrifa de Edith Aron a Julio Cortázar
Parte 9
Julio:
Quisiera decirle que ha sido muy grato recibir su carta, que me he emocionado hasta lo más profundo leyendo y releyendo la forma en la que evoca los paseos, y las tardes en el Conservatorio escuchando a Bach, en las que de vez en vez nos encontramos con Alexis. Y aquellas noches que camino a casa nos deteníamos a mirar la luna tratando de encontrarle un parecido a la luna porteña. Me sorprendió su miedo a que haya cambiado y me haya convertido en una parisina de pura cepa. Miré vos, no entiendo por qué le preocupa tanto eso. Además, ¿por qué se imagina usted que me aburriría escuchar sobre Buenos Aires? Le aclaro que todo en esta ciudad me recuerda a ella. Julio, también me gustaría decirle que siento mucho que el Sr. Zubrisky y usted no hayan entablado la amistad que pensé tendrían. En fin, incluso me alegraría poder expresarle que me da gusto que haya usted conseguido una beca para regresar tan pronto a Paris. Pero no es así. Nada de lo que usted ha escrito me interesa, ni leer los cuentos que me ha hecho llegar, ni que me regrese el pulóver y mucho menos verle. Sigo siendo la que soy temperamental y compleja, y sobre todo irónica. Comprendí a través de los largos paseos que para usted solo existe usted y en su universo no cabe nadie más, por lo que repito la frase con la que empecé: Quisiera decirle que ha sido grato recibir su carta, ¡mas no lo es! Me ha ocasionado un gran disgusto y un terrible malestar el sentarme a contestarle, sin embargo, quiero asegurarme, porque así se lo pido, de que no me escriba más y evite ante todo buscarme.
Edith
Erika Mitzunaga publirrelacionista y pionera cancunense, ha contribuido a lo largo de sus 30 años de carrera al posicionamiento del destino. Lectora apasionada y limpiadora obsesiva, piensa que una taza de café o una copa de vino y un buen libro son la mejor compañía para una tarde de viernes. Es miembro de los talleres de Malix Editores y sus relatos son testimonios invaluables del crecimiento de su ciudad, aunque ella escribe para ordenar y dar sentido a los recuerdos de su propia vida.
