INCERTIDUMBRE
MELISA COSILIÓN
Para no apagar
tu sonrisa,
para no dejar el velo
de tus hombros
tímidos:
desnudo para tus manos
mi pecho de rosa,
mi ombligo-amapola,
el vientre de cempasúchil,
mi noviembre de copas.
Guardo la incertidumbre
en la curva de tu espalda,
en tu fuerza cambiante
de viento,
en el prístino verdeazul
de las turquesas,
sin esperar a que vuelvas,
sin pedirle al tiempo que vengas…
llegas.