RADIOGRAFÍAS
CABAÑUELAS AR-BOREAS de Jesús Gómez Morán
NORMA SALAZAR
iré y seguiré
hasta perderme
Sobre mí, Taneda Santōka
El poeta e investigador Jesús Gómez Morán tiene una peculiaridad en sus Cabañuelas ar-boreas totalmente ideológicas, una necesidad de “retiro interior” la impotencia ante un mundo en beligerancia, el sentimiento extemporáneo de una época convulsa por la constante metamorfosis del nuevo milenio asociado a la inteligencia artificial y la deshumanización social.
Acertar las palabras justas, no adicionar ninguna que no favorezca a la escena del poema, evitar el artificio y prescindir de las reglas si fuera necesario son algunos de los rasgos que conforman una especie de economía poética, así, las labores del día o estación aparecen en el haiku, gracias al poeta que advierte esas cosas que, sin quererlo resaltan:
Colibrí de ala
boreal surfea el viento
sobre una rama
El haiku en castellano tiene particulares propias, es decir, induce su visión del mundo y la naturaleza diferente a su contraparte oriental, en este caso el poeta Gómez Morán, es su YO como un ser arraigado y aunque la norma japonesa imponga su disciplina, el YO occidental renueva encarnando la métrica, no siempre se ajusta al 5, 7, 5, mucho menos la acentuación fonética. Para el investigador literario el haiku en su libro Cabañuelas ar-boreas es una expresión poética en lo concreto, sencillo, con vasta sugerencias, visión emocional, evocativa y de un hábitat lingüístico indicando ser un lector voraz por la cultura y literatura nipona, El instante de iluminación se hace presente en sus haikus adquiere un juego en nuestro idioma versificado a la altura del arte literario español, la estructura de estos haikus son imágenes del tiempo observado, conservan esencias independientes contenidas en finas tensiones, los valores poéticos del poeta expresan la fragilidad del ser humano, la contemplación, la soledad confirman que su reducción cierra de forma elástica una breve entidad de sí misma se amplía para embellecer la sugerencia que porta éstas cabañuelas:
De monarca ala,
sólo el viento la mueve
entre hojarascas
Ahora, Mirtha Luz Pérez Robledo y su Asombro de las cosas, un título certero en estas épocas robóticas, triviales que vive en parte la humanidad y ha perdido la capacidad del “fascinación”
Absorta sueña
Petrificada rosa
Color del mundo
María Cruz Bravo presenta Doce pétalos recordando los momentos agridulces de los meses, las estaciones, el hábitat con sus olores de un año
Miles azules
se ofrecen
higos abiertos
Natura inspira, título de Laura Virginia Ocaña Zurita, nos recuerda que en este universo, llamado Tierra cohabita la diversidad de la flora, fauna como los animales, algunos de ellos dan la primera llamada del albor
El gallo altivo,
suelta su canto.
Quiquiriquí.
¿Diorama? Para David Alejandro Pimentel es un panorama óptico de pasajes transparentes que permiten en sus Dioramas breves detallar el ritmo del espacio natural
Mil luciérnagas
incendian el follaje
dentro del ojo
Termino ávidos lectores, el Premio Nacional de Haiku “Juana María Naranjo” 2024 en su primera edición con un segundo, tercero, cuarto y quinto lugar es una labor social muy valiosa para difundir este rubro poético, saber que hay excelentes escritores, escritoras acrecentando el haiku desde su perspectiva de origen geográfica, ideológica y cultural, ¡Enhorabuena!, a Tinta nueva ediciones, los talleres de Arde Editorial Chihuahua, escribió en su tiempo el poeta Matsuo Bashō:
Bajo un sombrero
disfruto de la sombra,
aún estoy vivo
