EMERJO DE TU SONRISA
GUILLERMO ALMADA
Emerjo de las orillas de tu sonrisa,
de los fiordos de tus manos,
del estrecho océano de tu cintura,
para devenir morfema.
Habito el territorio de tus ilusiones,
transito entre tus sueños y silencios,
y pueblo tus estremecidas soledades,
a fin de dar consuelo a tanta ausencia.
Hay una línea de tiempo,
intervenida por esta realidad,
que nos supera, aún a costa del presente.
Un fluido hipotético invisible,
elástico y sin peso, que nos contiene.
Y en ese plano,
ese mundo paralelo, hecho de plasma,
en donde no podemos vernos,
nos comunicamos.
Un hilo, un cordón de éter,
un espacio solamente nuestro,
colmado de silencios,
o, tal vez palabras,
que no necesitamos pronunciarnos.
Tú sustantivo, yo participio,
o viceversa,
en el alma del mundo,
y esta intensa sensación que nos convoca
como fuerzas antinómicas,
no escindidas,
para transmigrarnos,
para atisbar esa esencia,
ese elemento,
que vuelve, esto que somos,
absoluto.
Y diluir, por siempre,
la amenaza de lo relativo.
