EN PUÑO Y LETRA LIBERTARIOS LEÓN DE ALMEIDA
LA INSIGNIA AMARILLA
(A todas nuestras víctimas mortales del 7 de octubre del 2023 y a los rehénes que aún están en cautiverio)
Denme una insignia amarilla, un deprimente trozo de tela en forma de Escudo de David que cada judío llevaba consigo en la Alemania nazi y en los países conquistados por los alemanes, el judío culpable, sucio, estafador; el judío desagradable, menos que humano, el judío que sólo puede hacer el mal.
La insignia amarilla nos fue impuesta, fuimos obligados a digerirla. Representaba la deshonra y se asociaba con el antisemitismo brutal. Era una insignia de vergüenza.
Hoy, ¡la vergüenza desapareció¡.
Denme una insignia amarilla. Encuentrenla y dénmela, ¡rápido!.
Quiero llevar una insignia amarilla, arriba de mi pecho izquierdo donde todas y cada una de las victimas del holocausto fue obligada a colocarla, quiero la insignia en cada prenda solitaria que visto, quiero lucirla en la playa, sobre mi pecho desnudo si es necesario.
Quiero caminar por las calles de París y enfrentar a la gente, con esta insignia. Fuera de la Casa Blanca, en Bruselas, en Amsterdam, en las mezquitas de Berlín, en las calles de Canadá y Gran Bretaña. Aparecer en las universidades de los Estados Unidos, en la Universidad de California, San Diego, México y toda américa latina, pararme con orgullo de ser quien soy y humildad para respetar a los demás.
Quiero que todos me vean con ella y escucharlos decir:
¨Hey, aquí viene el judío¨, es igual que todos ellos.
Piensa que es mejor que todos, diferente. Pero es sólo un mugroso judío. Un asesino a gran escala.
Mata a niños cristianos y musulmanes y utiliza su sangre para hacer pan matzá, como el resto de
los judíos.
Ellos bombardean pueblos enteros. Creen que son muy exitosos, los mejores intelectuales.
Matan a los niños palestinos, esos infelices judíos.
Son los dueños de Hollywood, de los medios de comunicación y los bancos.
Son la escoria de la tierra.
Hitler tenía razón.
Pintemos swásticas en las tumbas de sus abuelos.
Vamos a golpearlos, asesinemos a un rabino en Miami.
Eso les enseñará – a «no existir¨
¡Anhelo tanto esa insignia!, ¡me hierve la sangre!.
Para mi, esa insignia amarilla simboliza todo lo bueno. No lo justo para mi, sino para el mundo.
Es el símbolo de quien sobrevive al mal. Legado de sabiduría, tolerancia y optimismo. Es la fortaleza y la confianza ante el rostro de la debilidad e inseguridad de aquellos que no aprendieron lo que su buena madre debía haberles enseñado. Esa insignia amarilla es coraje. Es educación, adaptación. El bien sobre el mal. Heroísmo y sacrificio, convicción. ¡Es la vida!.
Es el testamento de los que murieron trágicamente al llevarla. ¡Bendita sea su memoria!, para que las generaciones sobrevivientes de hermanos y hermanas no teman ser lo que son. Para que no callen más. No pedir perdón por ser judío o israelí. Gracias a ellos y por ellos mismos, esta insignia dejó de ser una vergüenza muchos años atrás.
Y…. esta aquí para quedarse.
Es una estrella que oscurece todo emblema, para que el terrorismo desaparezca, desvanece la forma y el color de las swásticas, las banderas negras de ISIS, el verde de HAMÁS o el amarillo de HEZBOLLAH.
Espero encontrarme con cualquier mentiroso que me llama asesino de niños o me acusa de genocidio, les mostraré la insignia amarilla, para su bien. Para que observen y recuerden el verdadero genocidio. ¿Qué es el intentar eliminar a una raza o a quien desea vivir bajo sus propias reglas morales sin dañar o molestar a nadie? Para que tomen consciencia de a dónde lleva la ignorancia y el odio, la mentira, esos acusadores no tendrán que buscar la historia, porque acontece en nuestro alrededor, en estos momentos y en todo el mundo.
Antes de ser llevados a las cámaras de gas hace 85 años, los judíos con la insignia amarilla escuchaban: ¨Maten a los judíos, Heil Hitler, Un buen judío es un judío muerto.¨ Todo eso, antes de ser repudiados en sus comunidades, despojados de sus pertenencias, su propiedad e identidad y por último, de sus vidas. Escuchaban palabras de odio y desprecio… al igual que en muchos otros países como en España, de donde mis antepasados fueron expulsados en 1492 sólo por ser judíos.
Siempre comienza todo con palabras de odio y reprobación.
Cuando escuchan Medio Oriente, quizás deseen ignorar cómo si no existieran a la YIHAD ISLÂMICA, HEZBOLLAH y a HAMÁS, pero si estos grupos no son constantemente expuestos como lo que son asesinos y terroristas, ustedes no ayudan a que el mundo se deshaga de ellos y su irracional violencia.
Ahora el mundo está repleto de palabras antisemitas, anti sionistas y anti-israelíes. Palabras antisemitas que un judío como yo está acostumbrado a escuchar, Palabras como las de Dieudonné, Javier Bardém, El papa Francisco, Mel Gibson y Roger Waters, como las de los líderes islamistas radicales, que predican mentiras, odio y segregación ante sus púlpitos en el nombre de Alá.
Les hablo a ustedes, ciegos seguidores del islam radical que se congregan y cantan odio en sus plazas, en manifestaciones, en sus hogares, en los medios y entre sus amistades y los que en su ignorancia los apoyan, en países democráticos, aprovechando la libertad de expresión que el occidente les ha otorgado, entre pueblos amantes de la libertad.
Les hablo a ustedes, supuestos liberales – incluso amigos míos que critican a mi Israel que lucha por su existencia en una guerra defensiva, pero hablan tan poco de los cientos de miles que están siendo asesinados en Siria, en Irán e Irak. Hablan tan poco de aquellos que pagan con su vida por profesar cualquier otra religión que no sea el islam, del fanatismo religioso irracional que se apodera del Oriente Medio mientras continúa matando a miles de personas. Hablan tan poco de los sirios que fueron gaseados durante el gobierno de Bashar al Assad y del presidente turco Erdogan diseminando el antisemitismo que termina con sólo una cosa, el odio a Israel, nos gritan Sionistas asesinos, cuando nuestro único pecado ha sido defendernos, a nuestras familias y nuestra amada patria SIÓN.
Ustedes, liberales de izquierda que eligen el odio, son decididamente ignorantes además de necios, Por supuesto que la muerte y la guerra son terribles y que la matanza debe de cesar, pero nada cambiará hasta que no solucionen el problema causado por ISIS, HAMÁS, HEZBOLLAH, la YIHAD ISLÂMICA y los otros grupos a los que ustedes envían miles de millones de dólares.
Observen bien mi insignia amarilla. Vean de dónde viene, miren qué sucedió luego de que nosotros los judíos fuimos obligados a llevarla, pregúntense si los judíos, los israelíes hacen lo mismo a otros, si exterminan a un pueblo o atacan a alguien sin motivo alguno.
Para todos los demás que leen judíos o no judíos por igual, no tengan lástima por nosotros. Estamos bien y no tememos. Quiero pensar que reconocen nuestra existencia y están con nosotros, no sólo porque saben que esto no terminará con nuestro pueblo, sino porque son sensatos y no ciegos.
No intento ser victima, ninguno de nosotros lo somos y espero que ustedes tampoco lo sean. Mi insignia amarilla mira al extremismo sin miedo alguno, directo a los ojos, cegando a los terroristas y asesinos con su luz en un mundo cada vez más oscuro lleno de tinieblas.
Entonces ¿aceptaré la insignia amarilla?
¡Por supuesto que s!, en ella va nuestra esperanza de tener mundo libre de miedo, injusticia y terror.
