Llegar a 2035 es su principal reto del Instituto Mexicano del Seguro Social, cuando comenzará a bajar la presión financiera del régimen de jubilados y pensiones de sus propios trabajadores, aunque la carga es pesada, se puede solventar y ademas darle viabilidad al instituto, afirma su director, Mikel Arriola Peñalosa. como cada año las obligaciones del organismo en su carácter de patrón aumenta en 10 mil millones de pesos.
Las reservas financieras en 2014 se agotaron y, según los reportes previos, el IMSS tendría que haberse declarado en quiebra.
Sostiene que las medidas de eficiencia administrativa aplicadas a partir de 2013 revirtieron la situación de quiebra e incluso se ha generado un superávit. En 2016 éste ascendió a 7 mil 500 millones de pesos, obtenidos por una mayor recaudación de cuotas y otros.